A pocas horas de haberse instalado la nueva Asamblea Nacional del Ecuador, una pregunta recorre el análisis político nacional: ¿será esta mayoría oficialista un impulso a la gobernabilidad o el inicio de una legislatura sometida al poder Ejecutivo? Con Niels Olsen, joven político y hombre clave del presidente Daniel Noboa, a la cabeza del Parlamento, el bloque de Gobierno se asegura no solo la presidencia, sino el control del Consejo de Administración Legislativa (CAL), que define la agenda del Legislativo.
Durante la emisión del programa “Ecuadorenvivo” de este miércoles 14 de mayo, conducido por Alfonso Pérez Serrano y acompañado por Marcos Párraga, se analizó la jornada parlamentaria en la que, sin mayores sobresaltos, se eligieron las principales dignidades del Parlamento, consolidando una mayoría que, si bien abre la puerta a reformas urgentes, también plantea el riesgo de un Legislativo convertido en simple ventanilla de trámite del Ejecutivo, tal como ocurrió durante el correísmo.
Alfonso Pérez advirtió que la gobernabilidad no puede usarse como excusa para eliminar el contrapeso que debe ejercer el Parlamento: “Una Asamblea que siempre dice sí no es democrática, es sumisa”, afirmó. También resaltó el riesgo de repetir el pasado, cuando “la Asamblea del correato aprobaba sin fiscalizar, sin debate, sin límites”.
El programa abordó también los desafíos estructurales del país: la urgencia de reformas laborales, la modernización del Estado, la necesidad de reactivar el arbitraje internacional para atraer inversión, y la participación del sector privado en áreas estratégicas como la energía y la seguridad social.
Finalmente, se hizo un llamado al presidente Noboa para que, con la mayoría parlamentaria de su lado, ejerza un liderazgo estadista, centrado en soluciones y no en confrontaciones, abandonando las prácticas persecutorias del pasado. “Si al presidente le va bien, es porque al país le va bien”, dijo el director de Ecuadorenvivo, remarcando que el éxito del Gobierno debe medirse por los beneficios que reciba la ciudadanía, sobre todo la más vulnerable.
El análisis concluyó con una advertencia: la gobernabilidad requiere acuerdos, pero no a cualquier precio. La Asamblea tiene que apoyar, sí, pero también saber decir no. Ese es el verdadero equilibrio democrático.
0 comentarios