En una entrevista exclusiva para EcuadorenvivoTV, el sacerdote agustino Pablo Larrán, amigo personal del nuevo Papa León XIV, ofreció un emotivo testimonio sobre la vida, el carácter y la trayectoria del pontífice recientemente elegido, destacando su profundo compromiso misionero, su cercanía con América Latina y su legado espiritual.

Desde Lima, el padre Larrán narró sus vivencias junto a Robert Francis Prevost —hoy León XIV— desde sus años como misionero en Perú, donde vivió más de dos décadas, hasta su designación como cardenal y, finalmente, su elección como líder de la Iglesia Católica. “Él es un Papa cercano, humano, sabio, profundamente cristiano. Es más de lo que nos merecemos; es el Papa que Dios nos ha regalado”, dijo.

En el diálogo con el periodista Marcos Párraga, Larrán reveló que León XIV conserva intacta su sencillez y su espíritu pastoral: “Cuando lo visité por mis bodas de oro como agustino, me recibió con una hora de su tiempo en medio de todas sus responsabilidades. Eso es él: cercano y generoso”. Además, relató con orgullo que el actual Papa formó a tres obispos peruanos y que mantiene una relación especial con Ecuador, donde visitó ciudades como Guayaquil y Chone durante su labor misionera.

Otro dato relevante fue el contenido simbólico de la cruz pectoral que León XIV porta como Papa, la cual contiene reliquias de San Agustín, Santa Mónica, Santo Tomás de Villanueva y el beato Anselmo Polanco, mártir de la guerra civil española. “Esa cruz representa lo que él lleva en el corazón”, comentó el sacerdote.

Durante la conversación, el padre Larrán también destacó que el nuevo Papa ha enviado un mensaje claro de paz, unidad y humildad, y aseguró que su pontificado será misionero y abierto al mundo: “Va a tender puentes, no a levantar muros. Él cree en la unidad de la Iglesia y en Cristo como centro de todo”.

Finalmente, el entrevistado se comprometió a transmitir personalmente al Santo Padre un mensaje del pueblo ecuatoriano. “Le haré llegar este abrazo fraterno de Ecuador y sus oraciones. León XIV ya lo siente, lo vive”, concluyó.