No es por negra, es por oscura

May 13, 2025

Por María Verónica Barreiros

En mi cuenta de X —antes Twitter— hice una crítica a la decisión de la asambleísta de la RC , Paola Cabezas de asistir a la ceremonia de acreditación en un recinto militar usando un vestido que llevaba, pintados en la falda, los rostros de los niños desaparecidos de Las Malvinas.

El cuestionamiento fue hacia la evidente manipulación simbólica de un caso que aún está lleno de dudas, omisiones y posibles encubrimientos. Pero, apenas publiqué mi comentario, una cuenta afín a Cabezas aseguró que mi crítica se debía a que ella es una mujer negra. En ningún momento mi tuit incluyó un solo matiz racista, porque esa no era la raíz de mi desacuerdo.

Mi molestia con ese acto (que pudo haber sido una denuncia poderosa si hubiera existido una mínima dosis de coherencia, conciencia y sensibilidad) tiene que ver con la puesta en escena: un performance lleno de estridencia y carente de empatía real.

Paola Cabezas lucía en su vestido los rostros de niños que fueron secuestrados, torturados, incinerados. Y sin embargo, en todas las fotos, ella nos prodigaba su hermosa sonrisa. Exhibe la falda y sonríe. Posa con su familia y sonríes. La sonrisa se mantuvo incluso después del evento. ¿De verdad alguien puede creer que encarnaba el dolor de las familias mientras paseaba así por el recinto?

Una protesta que utiliza el cuerpo como lienzo debe ser concebida con profundidad, no con el ánimo de buscar atención o convertirse en tendencia. Mucho menos si se refiere a un caso que involucra la posible violación de derechos humanos de niños por parte de miembros de las Fuerzas Armadas.

En una entrevista con el diario Expreso, Cabezas señaló que su vestido era una “obra de arte”, pintada por un artista esmeraldeño, y que la pintura no alcanzó a secarse porque la decisión la tomó cuando supo el lugar donde se iba na realizar el acto. La pintura sin secar provocó un olor intenso durante la ceremonia lo que, según ella msmo contó, provocó risas entre ella y otra asambleísta que estuvo sentada a su lado.

Y esa es precisamente la grieta entre el mensaje que quiso dar y lo que realmente transmitió: frivolidad. En su actitud no hubo congoja, ni duelo, ni respeto. Solo una estrategia para llamar la atención. Y no hay nada más ruin que usar la muerte de seres humanos como capital político.

Así que no, Paola. Mi crítica no es porque eres una mujer negra, mi crítica es porque elegiste actuar con oscuridad.



0 comentarios



Te puede interesar




Lo último