El exsecretario de Seguridad Pública, Diego Ordóñez, advirtió que Ecuador enfrenta un serio problema de seguridad nacional debido al crecimiento descontrolado del narcotráfico y la minería ilegal, alimentado por el abandono del Estado colombiano en la frontera norte.
En entrevista con Ecuavisa, señaló que la reciente emboscada en Alto Punino, donde murieron 11 soldados ecuatorianos, es consecuencia directa del incremento de cultivos de coca tras el acuerdo de paz entre Colombia y las FARC en 2016.
“Desde 2012, la superficie cultivada de coca se ha quintuplicado en la frontera. Ecuador tiene que enfrentar eso con un sistema de inteligencia real, no con estados de excepción que ya están desgastados”, sentenció Ordóñez.
Agregó que, aunque las Fuerzas Armadas han respondido con operativos, no cuentan con la capacidad tecnológica ni logística para un control efectivo, especialmente en zonas selváticas como la Amazonía.
El exfuncionario defendió la idea de retomar el plan de seguridad con Israel, considerado el más ambicioso de América Latina, que fue impulsado durante el gobierno de Guillermo Lasso pero nunca se concretó. “Hay que hacer las inversiones. Necesitamos sistemas de vigilancia aérea, control virtual de la frontera y tecnología de punta”.
Sobre el Plan Fénix del gobierno de Daniel Noboa, Ordóñez fue claro: “Ha sido más retórico que estructural. Declarar la guerra no basta sin inteligencia, estrategia diplomática y recursos alineados”. También cuestionó al presidente colombiano Gustavo Petro, asegurando que su política de contemporización con grupos irregulares representa un riesgo para la seguridad de Ecuador.
Finalmente, insistió en que el país necesita una acción conjunta entre Policía y Fuerzas Armadas, pero sobre todo, decisión política para invertir en defensa e inteligencia estratégica. “Lo que está en juego es la soberanía misma del Ecuador”, concluyó.
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