El juicio contra el rapero y empresario Sean “Diddy” Combs ha comenzado en un tribunal federal de Manhattan, donde enfrenta cargos por tráfico sexual y crimen organizado. La fiscal Emily Johnson presentó testimonios que describen un patrón de abuso y explotación sexual supuestamente perpetrado por Combs.
Cassandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie y expareja de Combs, testificó sobre incidentes de abuso físico y psicológico. Según la fiscalía, Cassie relató que Combs la obligó a participar en actos sexuales degradantes durante las llamadas “Freak Offs”, fiestas organizadas por el acusado. En una ocasión, Combs habría forzado a un acompañante masculino a orinar en la boca de Cassie mientras él observaba. Además, se presentaron videos de 2016 que muestran a Combs agrediendo físicamente a Ventura en un hotel de Los Ángeles.
La defensa de Combs, representada por Teny Geragos, reconoció que el artista tuvo episodios de violencia doméstica y mantenía un estilo de vida “kinky”, pero argumentó que todas las relaciones sexuales fueron consensuadas y que las acusaciones tienen motivaciones financieras. Geragos describió el caso como uno de “amor, celos, infidelidad y dinero”, negando que se trate de una cuestión legal compleja.
Combs, de 55 años, se ha declarado no culpable de los cargos, que incluyen conspiración, tráfico sexual y transporte para prostitución. De ser condenado, podría enfrentar una pena mínima de 15 años de prisión. El juicio ha captado una amplia atención mediática debido a la prominencia de Combs en la industria del hip-hop.
Se espera que el proceso judicial, que comenzó el 5 de mayo de 2025, se extienda durante ocho semanas, con testimonios adicionales de otras presuntas víctimas y miembros del círculo íntimo de Combs. La fiscalía sostiene que el acusado utilizaba videos de los encuentros sexuales para chantajear a las víctimas y evitar que denunciaran los abusos.
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