Durante su participación en el programa Ecuadorenvivo, la analista del Instituto CATO y columnista de El Universo, Gabriela Calderón, advirtió con firmeza sobre los riesgos de una nueva Asamblea Constituyente sin claridad ideológica ni consenso nacional.
Calderón señaló que la Constitución de Montecristi —vigente desde 2008— impuso un modelo estatista y fracasado, diseñado para expandir el poder del Estado, no para fomentar desarrollo, empleo o libertad. No obstante, se mostró escéptica ante la idea de reemplazarla mediante una nueva constituyente: “No hay proyecto. No sabemos para qué se propone. Así solo se le deja el camino abierto a quienes sí tienen una agenda ideológica clara: el correísmo”.
La invitada sostuvo que es preferible impulsar reformas puntuales desde la Asamblea Nacional, especialmente en sectores estratégicos, inversión extranjera, y apertura financiera, sin embarcarse en lo que calificó como “una torre de Babel constituyente”. “No se necesita reescribir todo. Se necesita resolver problemas concretos como los apagones, la falta de inversión o la informalidad laboral”, apuntó.
Además, cuestionó el silencio del actual gobierno respecto a temas económicos fundamentales: “No escuchamos una sola propuesta sobre eficiencia del Estado, reducción del gasto o crecimiento económico”.
En lugar de una nueva carta política, Calderón propuso abrir el camino a la inversión creando marcos normativos homologables con los de países como Panamá, Singapur o Perú. Incluso planteó la posibilidad de establecer zonas francas financieras con legislación extranjera para atraer capital, aprovechando la dolarización como ventaja competitiva.
Finalmente, lanzó una advertencia directa: “Una constituyente sin dirección es terreno fértil para quienes sí quieren imponer otra vez el modelo del estatismo autoritario. No se trata de escribir el país ideal en papel, sino de corregir lo que ya sabemos que no funciona”.
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