Hace más de una década, Robert Prevost, ahora conocido como el papa León XIV, visitó Ecuador como parte de su labor misionera con la Orden de San Agustín. Durante su estancia, recorrió varias ciudades del país, incluyendo Quito, Chone, Ibarra, Latacunga y Guayaquil, donde se dedicó a actividades de ayuda social y fortaleció lazos con la comunidad agustina local.

En Ibarra, Prevost participó en un programa destinado a rescatar a jóvenes involucrados en pandillas, demostrando su compromiso con la juventud y la rehabilitación social. En Chone, visitó un hospital enfocado en brindar asistencia a los más necesitados, reflejando su dedicación al servicio comunitario. Tras estas jornadas de trabajo, disfrutó de un breve descanso en las Islas Galápagos junto a miembros de la comunidad agustina, experiencia que quedó registrada en fotografías que aún se conservan con aprecio.

El padre Carlos Julio Urbina, superior provincial de la Orden de San Agustín en Ecuador, recuerda a Prevost como una persona de profunda humildad y sencillez, con un espíritu misionero notable. Destaca su capacidad de diálogo, acogida fraterna y cercanía con las comunidades que visitó. La reciente elección de Prevost como sumo pontífice ha sido motivo de alegría para la comunidad agustina en Ecuador, quienes confían en que su formación y experiencia enriquecerán su liderazgo en la Iglesia Católica.