La gran paliza

May 8, 2025

Por Jorge A. Gallardo

No es de ahora, es de siempre. Bien se sabe que los votos no se endosan, sin embargo, hay quienes todavía que creen que sí ocurre. Fresco está el error cometido por la candidata presidencial finalista: dio por descontado que el 5% obtenido por Leonidas Iza se sumaría a su 44% de la primera vuelta, con lo cual tenía prácticamente asegurado el triunfo. Su contendor, no obstante, la arrasó.

La contundente e inobjetable derrota sufrida por la candidata, no obstante, no le pertenece sólo a ella, también es la de Iza y de forma estruendosa ya que su liderazgo ha quedado seriamente diezmado y hasta en peligro de perderlo. Desde el primer coqueteo, pasando por todas las reuniones y asambleas, hasta la suscripción del acuerdo que sellaba el apoyo ofrecido -acto al que no asistió y participó a través de una grabación-, fue alertada por altos dirigentes y comunidades indígenas en el sentido de que no estaban dispuestos a cerrar filas para concretar ese respaldo. No dudaron en afirmar que el titular de la CONAIE actuaba y decidía de forma arbitraria y dictatorial; de que la candidata que él respaldaba era la de la representante más visible y sobresaliente de quien siendo gobierno despreció, insultó, burló, persiguió y estigmatizó al pueblo indígena del Ecuador. La respuesta categórica a la abusiva conducta de Iza se reflejó en los comicios del 13 de abril.

De hecho, aunque sea tarde, la candidata inundada por los votos de su contendor, debe estar arrepentida, si no muy enfadada y renegada consigo misma, de haber aceptado tal apoyo y de haber firmado una alianza con contenido imposible de cumplir por parte de cualquier gobierno responsable y honesto con los ecuatorianos. Además, Iza, como si nada, advirtió que el incumplimiento de sus torpes imposiciones, sería motivo de protestas en las calles. No era poca cosa aquello considerando sus pésimos antecedentes y convicciones de estar siempre en perfecta sintonía con la violencia, el caos, la anarquía, como camino para hacer realidad sus objetivos de poder.

De cualquier manera, lo cierto es que el público y oficial apoyo de Iza a Luisa fue de invalorable ayuda para el candidato triunfador. Iza, por consiguiente, es también absoluto perdedor. Quizá entienda su realidad y mañana no quiera, hasta por motivos inexistentes, provocar algún estallido. Los ecuatorianos no se lo van a permitir. Avisado está.



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