La caja de resonancia de Pabbel’s

May 7, 2025

Por Carolina Moreno

La propaganda siempre ha sido útil para convencer a otros —eso lo sabían desde los imperios antiguos hasta los regímenes modernos—, pero en la política actual nos está costando algo más que dinero: nos está costando gestión.

La alcaldía ha montado su propia caja de resonancia. Medios municipales a disposición del alcalde, que como buen ególatra no se conforma con ruedas de prensa: tiene su propio programa todos los lunes. Allí, micrófono en mano, habla y se muestra inaugurando parques, jardineras y cualquier otra miniatura disfrazada de “obra emblemática”.

Pero seamos honestos: esas “obritas” no cambian la vida de nadie. No transforman la ciudad, no alivian el tráfico, no mejoran el transporte. A diferencia del metro de Quito —ese sí fue un respiro para la vida de padres, madres, estudiantes— que logró lo impensable: atravesar la ciudad de norte a sur en menos de 40 minutos. Un detalle, eso sí: el metro no es exclusivo del actual alcalde. Su historia empieza con Barrera y termina con Muñoz, pasando por varias manos. Pero uno escucha a Pabel hablar y pareciera que él mismo operó la tuneladora para la construcción del metro.

Volviendo al tema de la comunicación, no olvidemos que la Prefectura de Pichincha —curiosamente afín ideológicamente al alcalde— también tiene su propia radio. Porque claro, ¿quién necesita rendir cuentas cuando puede montarse su propio set?

Y aquí el punto clave: nuestras autoridades pueden tener la ideología que les dé la gana, están en su derecho. Lo que no deben olvidar es que administran recursos públicos, no fondos partidarios. Gobernar no es financiar obras para “los nuestros”, es servir a toda la ciudadanía.

Por eso resulta tan… enternecedor ver cómo, de repente, varias figuras mediáticas empiezan a abrazar al alcalde. Eso sí, un cariño que floreció milagrosamente después de las elecciones donde la Revolución Ciudadana perdió por goleada frente a Daniel Noboa. Coincidencia, seguramente.

Pero estos no son gestos de militancia desinteresada. Son apoyos que pagamos todos. Sí, usted, yo, la ciudad entera. Porque ahora esos mismos rostros conocidos producen videos, lanzan dudas sobre el proceso de revocatoria que enfrenta Pabel Muñoz, y lo entrevistan como si estuviera a punto de ser canonizado, mientras él repite que todo está “viciado”.

Y así se cuenta —y se amplifica— su versión de los hechos: la triste historia de un sociólogo que creyó que ser alcalde era solo cuestión de hacer storytelling… con presupuesto público.



0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Te puede interesar




Lo último