A tres meses de haber retomado la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ofreció su primera entrevista televisiva del segundo mandato y abordó los temas clave de su gestión: migración, relaciones con China, la guerra en Ucrania y el uso del poder presidencial.

Desde el Despacho Oval, el presidente habló con ABC News y reafirmó sus prioridades: endurecer la política migratoria, aumentar los aranceles a productos chinos y reducir la burocracia federal. “El país iba directo al colapso. Ahora, con deportaciones rápidas y cierres fronterizos, las entradas ilegales han bajado un 99,9%”, aseguró.

Consultado sobre la legalidad de estas medidas, Trump cuestionó la viabilidad de procesos judiciales individuales para millones de migrantes. Defendió además la deportación del salvadoreño Kilmar Abrego García, pese a una orden judicial que impedía su expulsión. “Ese tipo es MS-13. No podemos permitir que jueces radicales protejan a criminales”, sostuvo.

En el plano económico, el presidente justificó los nuevos aranceles del 145% a las importaciones chinas como medida para reactivar la industria nacional. Según él, la inflación está cediendo y las inversiones aumentan. “Apple está trayendo 500 mil millones. Todo está cambiando”, afirmó.

Sobre la guerra en Ucrania, Trump culpó a la administración Biden de haber provocado el conflicto. Dijo mantener una influencia sobre Vladimir Putin, aunque se mostró ambiguo sobre el futuro del apoyo militar a Kiev. “Si me respeta, no tomará todo el país”, señaló. Y cuando se le preguntó si suspendería la ayuda militar, respondió: “Es un gran secreto”.

Trump también defendió el uso de su autoridad para presionar a firmas legales que trabajaron contra su gobierno. Afirmó haberles revocado permisos de seguridad, una medida que consideró legítima. “Me atacaron con mentiras. Solo estoy limpiando la casa”, dijo.

En temas de salud, evitó imponer vacunas obligatorias ante el brote de sarampión en Texas, pero recomendó a los padres vacunar a sus hijos. Reivindicó su gestión frente a la COVID-19 durante su primer mandato y destacó los avances de la Operación Warp Speed.

Finalmente, defendió los recortes al programa federal DOGE, al que atribuyó un ahorro de 150 mil millones de dólares por presunto gasto injustificado. “Claro que hay investigaciones. Solo que no todos quieren admitirlo”, sentenció.