La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha hecho un llamado a Ecuador para que fortalezca sus esquemas de vacunación contra la fiebre amarilla, especialmente en zonas fronterizas con Colombia, donde la situación se ha tornado alarmante. En lo que va de 2025, ese país vecino ha reportado 59 casos y 24 fallecidos por esta enfermedad, con focos concentrados en los departamentos de Nariño, Putumayo y Caquetá.

Daniel Salas, gerente de inmunización de la OPS, destacó la efectividad de la vacuna contra la fiebre amarilla e instó a las autoridades ecuatorianas a priorizar su aplicación en áreas de riesgo. “La mejor protección es garantizar que las comunidades expuestas estén correctamente inmunizadas”, subrayó.

En Ecuador, el Ministerio de Salud confirmó un caso aislado en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, aunque recalcó que no hay brote y que se cuenta con suficientes dosis para atender a la población. Las autoridades sanitarias insisten en que toda persona que planee viajar a zonas endémicas o países con brotes activos debe vacunarse al menos 10 días antes del desplazamiento.

La cobertura de vacunación en niños de un año supera el 95 % y, según el Ministerio, una sola dosis de la vacuna garantiza inmunidad de por vida. Esta se aplica en la región amazónica desde el año 2000 y se incorporó al esquema regular de vacunación a nivel nacional desde 2009.

En cuanto al historial del país, se han registrado pocos casos en las últimas dos décadas: dos en el año 2000, uno en 2012, tres en 2017 y un caso importado desde Colombia en 2024.

En las comunidades cercanas a la frontera, las autoridades han intensificado las campañas de prevención, recordando a la población la importancia de eliminar criaderos de mosquitos, usar repelente y acudir de inmediato a centros de salud si se presentan síntomas como fiebre, náuseas, vómitos o dolor de cabeza.