El constitucionalista asegura que el camino hacia una Asamblea Constituyente debe implicar la redacción total de un nuevo pacto social y no simples reformas parciales.
Durante su participación en el programa Vera a su manera, el abogado y articulista Carlos de Tomaso se refirió a la ruta que debería seguir el presidente Daniel Noboa si busca llevar al país hacia una Asamblea Constituyente. A criterio del constitucionalista, no se trata de escoger entre una reforma o una enmienda, sino de reconocer que el país requiere un cambio estructural: una nueva Constitución.
“El Ecuador necesita una casa nueva, no arreglar la ventana o la puerta”, señaló De Tomaso al rechazar las soluciones parciales que se han planteado en los últimos años, a través de consultas populares o reformas puntuales. Según explicó, una Constituyente conlleva un proceso profundo, que debe contemplar debates sobre todas las partes del texto constitucional, tanto la orgánica como la dogmática, ya que están estrechamente ligadas.
De Tomaso fue enfático al señalar que “no estamos ya en un momento de hacer parches, sino de sentarnos a hacer un nuevo acuerdo social sobre muchísimos temas”. En ese sentido, advirtió que cualquier vía que no contemple la reescritura completa de la Constitución sería insuficiente ante la crisis institucional que vive el país.
Sobre la posible vía, recordó que existen al menos dos caminos jurídicamente posibles: una ruta más prolongada que implicaría tres elecciones —una para aprobar el llamado, otra para elegir a los asambleístas constituyentes y una más para aprobar el nuevo texto— y otra más directa, que ha sido propuesta por juristas como Roberto López Moreno, quien en años anteriores planteó incluso poner en vigencia temporalmente la Constitución de 1998. Sin embargo, esa opción ha sido cuestionada por implicar una posible regresión de derechos.
Además, De Tomaso aclaró que una Asamblea Constituyente no necesariamente debe tener “plenos poderes” en el sentido clásico. Según explicó, la Corte Constitucional ya ha establecido que el órgano constituyente no puede legislar, ejecutar ni juzgar de forma paralela. No obstante, sí tendría la potestad de redactar íntegramente un nuevo texto constitucional.
La propuesta de Noboa, reiterada en recientes declaraciones, contempla incluso que la sede de la Constituyente sea la ciudad de Riobamba, como símbolo de un retorno a las raíces republicanas del país. El presidente ha señalado que busca transformar el sistema político, fortalecer la seguridad y modernizar la justicia, con reformas que podrían incluir cambios al COIP y la eliminación del cuestionado Consejo de Participación Ciudadana.
“El debate está apenas comenzando”, subrayó De Tomaso, quien anunció que continuará profundizando en estos temas en próximas emisiones. “Pero lo que ya está claro es que el país no puede seguir construyendo sobre los errores del pasado”.
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