El académico ecuatoriano Francisco Sánchez, director del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, analizó en una entrevista con Ecuavisa el futuro del correísmo tras su más reciente derrota electoral.
Aseguró que la organización enfrenta una seria crisis de liderazgo, con una pérdida de 200.000 votos respecto a la elección presidencial de 2023, y un discurso que ya no conecta con las prioridades del electorado: economía y seguridad.
“Repetir con la misma candidata no fue una buena idea, y el enfoque de campaña no respondió a los temas centrales del país”, afirmó Sánchez. Además, señaló que el movimiento no ha logrado procesar conflictos internos ni generar liderazgos alternativos porque “la voz dirimente sigue siendo Rafael Correa”.
Aunque el correísmo mantiene una base electoral sólida de aproximadamente 30%, la organización se encuentra dividida entre quienes aún siguen el discurso del fraude y otros dirigentes que ya reconocen la derrota electoral.
Para el académico, esta fractura podría agudizarse, pero no necesariamente llevaría a una disolución del movimiento, sino a una transformación si el líder muestra “generosidad política” y permite una transición.
Sánchez advierte que ignorar o excluir al correísmo del panorama político sería un error: “Una democracia que margina a la oposición puede terminar en autoritarismo”.
Aun así, enfatizó que sin una renovación profunda y sin soltar la figura central de Correa, el movimiento seguirá estancado: “Más que un correísmo sin Correa, debería pensarse en un correísmo después de Correa”.
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