Chats de Verduga exponen fracturas internas en el correísmo y reavivan debate sobre independencia judicial

Abr 23, 2025

Los polémicos audios del exconsejero Augusto Verduga, que han salido a la luz tras el clímax de la campaña electoral, revelan no solo intrigas internas en el movimiento Revolución Ciudadana, sino también una profunda instrumentalización política del poder. Tres voces críticas se han pronunciado con fuerza: Otto Sonnenholzner, exvicepresidente de la República; Juan Esteban Guarderas, exconsejero del CPCCS; y Mónica Jaramillo, presidenta del directorio de Control Ciudadano.

En uno de los audios, Verduga reconoce que Rafael Correa “nunca quiso” que Luisa González fuera candidata más allá del periodo corto y la califica como “un títere”. Según el diálogo, Correa habría señalado que González fue posicionada estratégicamente para una elección temporal, sin posibilidad real de continuar en el largo plazo, porque “no puede lanzarse a una siguiente elección con un candidato que sea un títere”.

Otto Sonnenholzner, entrevistado en el programa Vera a su manera, sostuvo que estos audios revelan tres elementos clave: “Primero, el efecto que tuvieron en la campaña, sobre todo en la segunda vuelta, al mostrar cómo la propia dirigencia no creía en su candidata. Segundo, evidencian el deterioro de la Revolución Ciudadana, una estructura que ha pasado del idealismo al oportunismo. Y tercero, el impacto judicial que podrían tener estos audios, no solo por los delitos que se derivan, sino por cómo desmontan esa narrativa de que todo se trata de persecución política”.

Por su parte, Juan Esteban Guarderas señaló que los chats dan cuenta de una clara intención de manipular las instituciones del Estado, especialmente el Consejo de Participación Ciudadana. “Lo que se escucha en esos audios es la confirmación de que había un plan para cooptar la Contraloría con candidatos afines y garantizar impunidad. Es un botón de muestra de cómo se ha pervertido la participación ciudadana”, declaró.

Mónica Jaramillo, en tanto, destacó la necesidad de que la ciudadanía mantenga la memoria activa frente a este tipo de revelaciones. “No podemos permitir que estas cosas pasen al olvido. Los chats nos enseñan cómo se negocian los puestos, cómo se desecha a una candidata cuando ya no sirve, cómo se planea una Asamblea Constituyente solo para evadir la justicia. Esto nos tiene que indignar como sociedad”, afirmó.

Los audios forman parte del caso Ligados, revelado por el periodista Fausto Yépez de Teleamazonas. La Fiscalía ya los ha incorporado al expediente que investiga presuntas estructuras de corrupción en el seno del Consejo de Participación Ciudadana, con Alen Berbera como figura clave.

Más de 350 grabaciones realizadas por el propio Verduga, incluyendo diálogos con su hermano Abraham, exponen una obsesión por el control político y judicial, e involucran nombres clave como el de Juan Falconí Puig, mencionado como el posible candidato del correísmo para la Contraloría.

El caso está lejos de cerrarse y ahora recae sobre la justicia la responsabilidad de determinar si estos audios constituyen pruebas de delitos o simplemente retratan una ética política degradada. Mientras tanto, los ciudadanos están llamados a no olvidar. Como advirtió Sonnenholzner: “Estos audios son historia viva. No se pueden borrar, y no deben ser ignorados”.



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