El exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán, ha desatado una tormenta política tras hacer públicas graves acusaciones contra el presidente Gustavo Petro, a quien señala de tener problemas de drogadicción. Leyva, quien también fue un cercano asesor de Petro, compartió sus inquietudes sobre la relación deteriorada que ambos tuvieron y relató un episodio durante una visita oficial a París, en el que Petro supuestamente desapareció por dos días.

En una extensa carta, Leyva reveló detalles personales y profesionales de su tiempo en el gobierno, describiendo cómo, durante ese viaje, se dio cuenta de que el presidente colombiano podría estar lidiando con un problema de drogadicción. Leyva expresó su pesar por no haber intervenido para ayudar a Petro, pero también subrayó que en aquel momento era consciente de que el presidente no se había recuperado desde entonces.

La misiva no solo arremete contra Petro, sino también contra algunos miembros cercanos a su gobierno. Leyva criticó la falta de comunicación con el presidente y acusó a figuras como Armando Benedetti, jefe de gabinete, de estar involucrados en comportamientos irregulares relacionados con las drogas. Además, expresó su frustración por la influencia que la actual ministra de Exteriores, Laura Sarabia, parecía tener sobre Petro, afectando la política exterior del país.

En su misiva, Leyva también señaló que el rumbo del gobierno de Petro ha sido errático, describiendo las actitudes de su administración como un riesgo para la estabilidad institucional. Pese a las críticas, la carta termina con una invitación a un encuentro personal entre los dos para discutir la situación política de Colombia y evitar mayores divisiones.

Por su parte, Petro respondió a las acusaciones a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), minimizando las palabras de Leyva y sugiriendo que el ambiente parisino tiene “muchos atractivos” más interesantes que las observaciones del exministro.

Esta guerra de declaraciones ha provocado un gran revuelo en la política colombiana, evidenciando las tensiones internas en el gobierno de Petro, que se enfrenta a una serie de desafíos tanto nacionales como internacionales.