Perdonen mi inmodestia por pensar que los varios millones de ecuatorianos que posibilitamos el histórico resultado del domingo 13, todos aplicamos la “Fórmula del Éxito” misma que revelé en mi última publicación. Es que todos presumo la usamos eligiendo al “mangajo” que con una docena de puntos porcentuales de diferencia le dio una paliza electoral a la apodada “Rana rené”, títere del fugitivo de los apodos “mameluco”, “campanita” y “ají con mote”; siendo él un “ángel del mal”, realmente.
Con “Cabeza” y “Corazón” los votantes, especialmente el tropel de muy jóvenes junto a un ejército de adultos mayores, dimos un ejemplo de civismo, al hacer posible el triunfo, no el del candidato al que escrutamos exhaustivamente, sino el de nuestro Ecuador, que por las exposiciones de los impulsadores de la candidata y de ella mismo, nos atemorizaron con los malos rumbos por los que llevarían a esta sociedad/mercado en el que vivimos actualmente, con la relativa tranquilidad que nos da el uso del Dólar -con mayúsculas-. Llegamos así al final de la Fórmula, el “Justo equilibrio entre Cabeza, Corazón y Bolsillo” conducentes al “Éxito” que todos aspiramos en procura de la “Felicidad” individual y la de nuestros congéneres, comenzando con todos nuestros compatriotas.
Pese a la avalancha de calumnias públicas del cuarteto de mujeres: La Abad, la ex esposa del candidato, una ex reina ambateña y finalmente la viuda del mártir Villavicencio, ellas, conocidas por casi todos como las “billeteadas”, pese también a la sucia campaña electoral en redes sociales de los dirigidos desde Bélgica, México y Venezuela, nosotros, solo con un cartón de cuerpo entero vencimos las ofensas de los acomplejados y envidiosos que no faltan en muchos sectores, agregándose los daños de la sequía y sus apagones, que luego se convirtió en inundaciones, y finalmente superando el fraude delincuencial de la primera vuelta; pese a ello, dimos una paliza electoral quienes deseamos un mejor futuro para todos nuestros compatriotas, logrando un “Éxito” irrefutable y ya reconocido por el principal cuarteto de autoridades locales y a la vez jerarcas de los partidos políticos perdedores, menos por la pobre dama que -dicen- ni a los padres de sus 2 hijos reconoce, increíble; aunque por diversos medios ya se menciona al padre del último…
Como nada es perfecto, permítanme expresar nuestra inmensa pena porque en este bello balcón ecuatoriano al Pacífico, este muy amado Manabí, aún padecemos del “Síndrome de Estocolmo”… Sobran más palabras.
Así, el próximo mayo 24 habrán hechos históricos, solemnes y sublimes, que con nuestros cívicos votos hicimos posible: Que una madre, presidiendo la Asamblea Nacional -por ser la más sufragada- imponga la banda presidencial a su hijo, el democráticamente reelegido Presidente Daniel Noboa Azín; también, que su recientemente creado y triunfador partido político ADN será el mayoritario en dicho poder del Estado. También, ojalá sea la continuación del iniciado final de quienes por más de una década llevaron esta querida nación al actual estado de cosas del que saldremos con la ayuda de la Providencia y nuestras exigencias a todos quienes hemos elegido para hacerlo. ¡Viva nuestro Ecuador del alma!
belleza Melvin felicitaciones gran articulo