En tiendas cercanas a instituciones educativas de Quito y otras ciudades del país, se comercializan gelatinas con siete grados de alcohol, que se asemejan a dulces tradicionales y pueden adquirirse desde los 25 centavos. Estas golosinas, junto con otras sustancias como cigarrillos, marihuana y derivados de heroína, están siendo consumidas por estudiantes, incluso menores de edad.
La preocupación de padres de familia crece. Marlene Zamora, madre de un estudiante, contó que encontró una de estas gelatinas en la mochila de su hijo. “Tenía forma de golosina, pero al abrirla olía a trago. Luego vi que era de una marca de licor barata”, relató.
Aunque en algunos locales se afirma que no se vende a menores, en los alrededores de escuelas y colegios ya se ha alertado sobre su circulación. Estudiantes han confesado lo fácil que resulta acceder a estos productos, tanto en tiendas físicas como a través de redes sociales, donde incluso se ofrecen drogas con entrega a domicilio.
Entre las sustancias más consumidas están el alcohol, la marihuana y la ‘H’, un potente derivado de la heroína que ha ganado terreno por su bajo costo. Se presume que esta droga se produce en centros penitenciarios y puede conseguirse desde apenas 25 centavos.
Impacto y sanciones
De acuerdo con el Código Orgánico Integral Penal (COIP), ofrecer alcohol o tabaco a menores no es un delito, pero sí una contravención de cuarta clase, sancionada con prisión de 15 a 30 días.
Un estudio de la organización internacional ChildFund revela que el 7,6% de los niños y adolescentes ecuatorianos entre 10 y 17 años consume alcohol, y el 4,3% fuma tabaco. Además, desde 2013 se han registrado cerca de 130 casos de intoxicación por estas sustancias en menores.
El psicólogo Gino Escobar advierte que el consumo temprano está ligado a la falta de regulación en casa. “Cuando un niño ve que sus padres usan el alcohol para calmarse, lo interioriza como una herramienta de control emocional”, explica.
A pesar de que el promedio de consumo de alcohol ha disminuido en la última década, Ecuador sigue en el noveno lugar de América Latina, con 7,2 litros por persona al año. La edad de inicio, sin embargo, se mantiene baja: desde los 10 años.
Según datos del INEC, 4 de cada 10 ecuatorianos beben alcohol semanalmente, siendo los hombres entre 19 y 34 años los principales consumidores.
La venta libre de estas gelatinas alcohólicas y otras sustancias en zonas cercanas a colegios plantea un desafío urgente para las autoridades, familias y el sistema educativo. La normalización de estos productos pone en riesgo la salud y el desarrollo emocional de niños y adolescentes.
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