La tregua pascual de 30 horas entre Rusia y Ucrania terminó la medianoche del domingo 20 de abril de 2025 sin señales de prolongación. El presidente Vladímir Putin desoyó el pedido de su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski, quien buscaba extender el alto al fuego por 30 días como “una oportunidad para la paz”.
La breve tregua, anunciada por Putin el sábado “por motivos humanitarios”, coincidió con la Pascua ortodoxa y fue aceptada por Ucrania. Sin embargo, el Kremlin no ordenó su continuación. El portavoz ruso Dmitri Peskov ya había anticipado que no había instrucciones para prolongarla.
Rusia alegó que Ucrania incumplió el pacto, con ataques nocturnos en el Donbás y el uso de drones y lanzaderas múltiples HIMARS de fabricación estadounidense. Por su parte, Zelenski respondió que fue Moscú quien quebrantó el cese al fuego con ataques aislados que escalaron hasta alcanzar unas 2.000 violaciones.
“O Putin no controla su ejército o no quiere la paz”, dijo Zelenski, quien pidió al Kremlin demostrar que la tregua no era un simple gesto mediático.
Moscú sostiene que una pausa prolongada sería aprovechada por Kiev para rearmarse con ayuda de Occidente, lo que hace inviable, por ahora, un cese del fuego duradero.
Analistas internacionales creen que la tregua fue una jugada diplomática de Putin para ganar puntos frente al presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió que EE.UU. podría retirarse del proceso de paz si no hay avances reales.
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