El Tribunal Penal de Quito instaló este lunes la segunda jornada de juicio contra el expresidente Abdalá Bucaram, su hijo Jacobo Bucaram, el exagente de tránsito Leandro Berrones y el ciudadano israelí Sheinman Oren. Los cuatro enfrentan cargos por delincuencia organizada en el marco del caso denominado Pruebas COVID-19.
La Fiscalía sostiene que los acusados formaban parte de una estructura organizada que, durante la emergencia sanitaria de 2020, comercializó irregularmente pruebas para detectar coronavirus. Según la fiscal Lidia Sarabia, se trató de una operación planificada con fines económicos, en la que cada involucrado tenía un rol definido.
Durante esta segunda jornada, la fiscal presentó nuevos testigos, entre ellos el teniente coronel Christian Marín, quien conoció la denuncia de una presunta estafa en la venta de 21.000 pruebas por $65.000. También intervino el agente Henry Oñate, quien explicó el funcionamiento de la Unidad de Seguridad Presidencial de la AMT, en la que trabajaban algunos implicados, y la perito Zayra Jaramillo, quien analizó los movimientos financieros de Jacobo Bucaram.
Abdalá y Jacobo Bucaram no asistieron presencialmente y participaron vía Zoom, debido a problemas de salud del exmandatario.
La fiscalía busca demostrar que los hechos ocurrieron entre marzo y agosto de 2020 en varias provincias del país, y que se aprovecharon del estado de excepción para cometer delitos. También plantea agravantes como el uso de credenciales falsas y el abuso de funciones públicas.
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