Lo que comenzó con decepción se ha transformado en un gran regreso. Tras cancelar sus conciertos en Medellín en febrero por problemas logísticos, Shakira vuelve este fin de semana con un espectáculo sin precedentes. Pero la sorpresa no termina ahí: la barranquillera podría compartir escenario con Karol G y Maluma, en lo que promete ser una celebración inolvidable para su público.

Una historia similar se vivió en Santiago de Chile, donde en abril la artista reprogramó sus presentaciones y ofreció tres fechas en lugar de las dos canceladas previamente. En cada show, la colombiana dejó claro que su compromiso con los fans va más allá de lo comercial: es una promesa de entrega y gratitud.

El escenario en Medellín será monumental, con una pantalla gigante de 47 metros y una estructura de 62 toneladas que convertirá el Atanasio Girardot en el epicentro del espectáculo. Con cada detalle, Shakira demuestra que no solo está reponiendo conciertos, sino reivindicando su vínculo con el público.

Más que una gira, este tour se ha convertido en un acto de compromiso y resiliencia, reafirmando que el éxito no solo se mide en cifras, sino en la lealtad y el respeto hacia quienes la han acompañado a lo largo de su carrera.