La coyuntura política actual en Ecuador, como resultado de una campaña electoral y la desesperación aparentemente para dar solución al mayor problema que atraviesa la sociedad ecuatoriana como es la inseguridad, ha desatado ciertos conceptos totalmente caducos e impresentables. La candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, propone e incluso ofrece hasta un presupuesto de $72 millones para crear los Gestores de la Paz, es decir, los Comités de Seguridad Ciudadana (CSC).
En los albores del gobierno del prófugo de la justicia, Rafael Correa, se intentó hacer los mismo con organizaciones sociales creadas para defender la Revolución Ciudadana, que eran colectivos con entrenamiento en guerra urbana y política, y financiados con el presupuesto del Estado. Tuve la oportunidad de asistir a un Gabinete de Seguridad Integral como representante del Ministerio de Defensa, convocado por el ministro coordinador de Seguridad, Homero Arellano. Él conminaba vehementemente a los asistentes para que aprueben una resolución para dotar de armas a estos colectivos y gremios, supuestamente para defenderse de la delincuencia.

Lógicamente, el personal militar presente en esa cita se opuso, porque debían reformar la Constitución. La Carta Política solo autoriza el uso legítimo de las armas a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Pero estos argumentos legales y constitucionales que expusimos no fueron del agrado para el gobierno de Correa ni de su ministro, por eso hubo repercusiones para la institución militar.

Mientras que el candidato de ADN y presidente, Daniel Noboa, da soluciones a la problemática de seguridad, con capacitación, cooperación internacional, asesoramiento de alto nivel, fortalecimiento de las capacidades militares y policiales.

Pero la respuesta de la candidata títere del correísmo son los Gestores de la Paz y los CSC, un proyecto que consta en su plan de gobierno. Es decir va en serio y hay financiamiento.

Como hemos visto en medios de comunicación y redes sociales, estos colectivos de control político que usan la violencia y el terror en la ciudadanía, son propios de régimen dictatoriales, socialistas y fascistas, tienen la finalidad de ejercer un control político mediante la organización social con falanges armadas, para mantener el poder del dictador. Esto no es propio de una democracia ni de una sociedad con libertad de pensamiento y de expresión.

No entiendo por qué una parte importante de la población ecuatoriana, por suerte no la mayoría, no logra comprender lo peligroso que resulta para la democracia y el desarrollo del país este tipo de pronunciamientos irresponsables de una candidata a la Presidencia.

Pero hagamos un mapa mental de lo que podría ocurrir con todos los anuncios de la candidata de la RC o de sus representantes: Desdolarizar la economía con una moneda digital paralela. Tomarán la reserva monetaria internacional y no fortalecerán los convenios comerciales ni habrá los TLC. Si fomentan los gestores de paz y los CDS, desmantelarán las instituciones de seguridad del país. Harán tratos con los delincuentes y mafias nacionales e internacionales. Entonces, ¿qué nos espera a los ecuatorianos?

Este tema es muy serio, ecuatorianos seamos responsables con el futuro de nuestros hijos, no podemos entregar el país a los intereses oscuros e ideologías caducas a un partido político del Socialismo del Siglo XXI. Ellos quieren ejercer un control social organizando colectivos, que a la postre serán integrados por vacunadores, delincuentes, pagados por el Estado. Estoy seguro que tenemos instituciones serias (FF.AA. y PP.NN) en el país que jamás permitirán este tipo de acciones que irán en desmedro de la seguridad ciudadana y fortalecerán las actividades delictivas y mafiosas, creando las famosas ‘’zonas de paz “, es decir, los llamados santuarios para los GDO y narcoterroristas, donde no podrán ejercer el poder del Estado las Fuerzas Armadas ni la Policía Nacional. Los que ejercerán su control serán los gestores de paz, es decir, los ratones cuidando el queso.