La Habana (EFE).- El Gobierno cubano ha notificado a varias empresas extranjeras que no podrán repatriar los fondos en divisas que mantienen en bancos del país, según pudo confirmar EFE. En algunos casos, los montos retenidos ascienden a varios millones de dólares.
La medida ha generado un fuerte malestar en las compañías afectadas, algunas de las cuales han elevado sus reclamos a sus respectivos Gobiernos, de acuerdo con fuentes empresariales y diplomáticas que prefirieron mantener el anonimato.
“Este dinero no pertenece al Gobierno cubano, sino a las empresas”, expresó a EFE un empresario cuya cuenta ha sido bloqueada, permitiéndole únicamente utilizar los fondos para transacciones dentro de la isla.
La alternativa del Gobierno cubano
Ante la creciente preocupación del sector privado, las autoridades han propuesto a las empresas extranjeras abrir un nuevo tipo de cuenta en divisas dentro del sistema financiero cubano. Estas cuentas, de acceso restringido por ahora, permitirían operar sin las limitaciones actuales, aunque solo podrán recibir capital nuevo transferido desde el exterior.
Algunas empresas extranjeras ya han comenzado a utilizar este mecanismo, que también beneficia a entidades vinculadas al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), un conglomerado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que domina sectores estratégicos de la economía cubana, desde el turismo hasta las telecomunicaciones.
Mientras algunas compañías ven esta medida como una solución pragmática a las dificultades previas para acceder a sus fondos, otras la reciben con escepticismo. La desconfianza se debe a experiencias pasadas con sistemas monetarios como el desaparecido peso convertible (CUC) o la Moneda Libremente Convertible (MLC), que en su momento generaron pérdidas y limitaciones para los empresarios.
La restricción en la repatriación de divisas se enmarca en la crisis financiera que atraviesa Cuba. La falta de liquidez ha golpeado tanto al peso cubano como a las divisas extranjeras dentro del sistema bancario estatalizado.
El acceso a dólares y otras monedas ha estado limitado desde hace meses debido a las dificultades del Gobierno para garantizar importaciones esenciales. Actualmente, el Estado cubano, que controla el comercio exterior, destina la mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos y combustible, ya que la producción nacional ha colapsado.
En respuesta, el país ha intensificado la bancarización de la economía y ha dolarizado ciertos servicios estatales, con el objetivo de captar más divisas. Sin embargo, la falta de confianza en las políticas monetarias de Cuba sigue siendo un obstáculo para muchas empresas extranjeras que ven con incertidumbre el futuro de sus inversiones en la isla.
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