El papa Francisco sorprendió a los visitantes de la basílica de San Pedro este jueves al recorrer el templo en silla de ruedas y sin su tradicional vestimenta papal. Con un poncho, pantalones oscuros y una camiseta blanca, el pontífice se acercó a la tumba de Pío X para orar y observó los trabajos de restauración en la zona de la Cátedra.

La visita, que ocurrió alrededor del mediodía, causó un fuerte impacto en los presentes, quienes lo recibieron con emoción. Aún en proceso de recuperación tras una grave infección respiratoria, el papa apareció con cánulas de oxígeno y saludó a los peregrinos, bendiciendo a varios niños y conversando con restauradores que trabajan en la basílica.

“Nos conmovió verlo así, de civil, sencillo. Todos lloraban, incluso los de seguridad”, expresó monseñor Valerio Di Palma, canónigo de San Pedro, al medio Vatican News.

La inesperada aparición del pontífice se suma a otros gestos recientes que han sorprendido a los fieles. El pasado domingo, tras varias semanas de reposo, reapareció en la misa del Jubileo de los enfermos para dar una bendición. Además, el miércoles, recibió en su residencia a los reyes Carlos III y Camila, pese a que su audiencia oficial había sido cancelada.

La recuperación de Francisco ha sido motivo de preocupación en el Vaticano. Tras 38 días de hospitalización, el papa se encuentra en convalecencia en la Casa Santa Marta y ha reducido su agenda pública. Sin embargo, su deseo de estar cerca de los fieles sigue presente, como lo demostró con esta emotiva visita.