La segunda vuelta presidencial del 13 de abril se perfila como una de las más vigiladas en la historia electoral del país. Más de 92.000 delegados de las organizaciones políticas estarán presentes en recintos y mesas de votación, acreditados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para garantizar la transparencia del proceso.
Los dos finalistas, ADN y Revolución Ciudadana, desplegarán un verdadero ejército de observadores. ADN tendrá 45.000 delegados y la RC, 47.000, lo que asegura presencia en las más de 41.000 juntas receptoras del voto a escala nacional. Su tarea será clara: vigilar el conteo de votos y verificar que las actas de escrutinio reflejen con exactitud los resultados.
La candidata vicepresidencial de ADN, María José Pinto, reveló que además sumarán 6.500 coordinadores de recinto y 1.600 voluntarios más para el seguimiento del escaneo y digitalización de actas. También confirmaron que actualizaron su sistema interno con apoyo de un experto internacional y contrataron una compañía especializada para la capacitación del personal.
Por su parte, la Revolución Ciudadana tampoco se queda atrás. Su candidata presidencial, Luisa González, aseguró que implementarán un sistema de control electoral duplicado: “Habrá dos controles, uno espejo, para vigilar que no nos hagan fraude”, dijo en una entrevista con Radio Morena.
González agregó que sus delegados fotografiarán cada acta y la subirán a su plataforma digital como respaldo.
Ambas fuerzas políticas también han preparado delegados para un eventual recuento de votos en las juntas provinciales, en caso de que existan objeciones o inconsistencias tras la jornada electoral. Estos procesos pueden extenderse varios días después del sufragio.
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