Un chicle antiviral podría ser clave contra futuras pandemias

Abr 8, 2025

Investigadores de la Universidad de Pensilvania han desarrollado una goma de mascar que podría convertirse en una herramienta clave para combatir enfermedades virales de transmisión oral. Su fórmula, basada en una proteína extraída de los frijoles lablab, ha demostrado reducir en más del 95% la carga de patógenos como la influenza y el herpes.

Las pandemias han marcado la historia de la humanidad desde tiempos remotos. Desde la peste en el siglo VI hasta la crisis del COVID-19, los virus han desafiado constantemente la salud pública. Frente a este panorama, la ciencia sigue buscando nuevas formas de prevención, y un grupo de expertos ha desarrollado un método innovador: un chicle capaz de neutralizar virus en la boca y la garganta, puntos clave en la transmisión de enfermedades.

¿Cómo funciona esta goma de mascar antiviral?

El proyecto, liderado por el profesor Henry Daniell de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pensilvania, se basa en la liberación de la proteína FRIL, que se une a las envolturas de los virus atrapándolos y neutralizándolos. En pruebas de laboratorio, una tableta de 2 gramos con 40 miligramos de esta proteína mostró una reducción significativa de la carga viral en cepas como el herpes simple (HSV-1 y HSV-2) y la influenza A (H1N1 y H3N2).

Los estudios previos ya habían demostrado la eficacia de una versión similar de este chicle contra el SARS-CoV-2. En este nuevo avance, los investigadores comprobaron que el mecanismo de acción sigue siendo efectivo para otros virus de transmisión oral, lo que podría representar un recurso preventivo accesible y práctico.

¿Qué impacto podría tener en la salud pública?

Las vacunas y tratamientos antivirales han sido la estrategia principal para combatir enfermedades infecciosas, pero su efectividad puede verse limitada por la resistencia de algunos virus y la falta de cobertura total en la población. Este chicle podría complementar las estrategias actuales al ofrecer una barrera adicional contra la propagación de enfermedades.

Además, su potencial no se limita solo a los seres humanos. Según los investigadores, también se estudia su aplicación en el control de la gripe aviar, lo que podría representar un avance significativo en la prevención de enfermedades en animales.

El desarrollo del chicle antiviral cumple con los estándares de seguridad de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y ha demostrado estabilidad a temperatura ambiente por más de dos años. Ahora, los científicos se preparan para llevar a cabo ensayos clínicos en humanos con el objetivo de evaluar su impacto en la prevención de infecciones a gran escala.

Este avance abre la posibilidad de que, en el futuro, un simple chicle pueda ayudar a reducir la propagación de virus comunes, ofreciendo una alternativa innovadora en la lucha contra enfermedades de transmisión oral.



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