Era muy joven cuando me la confiaron mis mayores y la he aplicado en la “Universidad de la Vida” en las varias “asignaturas” tomadas; algunas aún curso: Estibador, cobrador de buses y colectivos, chofer de ellos, taxista, sindicalista, importador informal, agente de mercancías y seguros, comerciante, industrial y empresario inmobiliario, junto con este profesional periodismo de opinión. Sin egoismo esta fórmula la he compartido con quienes para su éxito me la han pedido y muchas veces lo he hecho en mis notas periodísticas. Hoy lo hago una vez más y es: “El justo equilibrio entre Cabeza, Corazón y Bolsillo”. Resumidamente la explico:

Se inicia en la “Cabeza”, donde obviamente se organizan las ideas, buenas y malas -que las hay-, para “consultando con la almohada”, ir decidiendo. De seguido, estas ideas prematuras acuden al “Corazón”, donde este inseparable dúo, les hacen humanos análisis, con amor, pasión y/o prudencia, provocados por los bosquejos ya existentes, mismos que indefectiblemente terminan en el “Bolsillo”. Así de simple es esta fórmula, que tienen un solo condicionamiento, de a estos tres componentes, proveerles el vital “Justo equilibrio” para así lograr lo que todos deseamos alcanzar y disfrutar, el esquivo “Éxito”, mismo que nos proveerá lo que todos buscamos, la “Felicidad”. Intentar llegar a ella motivó la página 198 de mi libro “INSPIRACIONES”…  

En estos días, mucho más que el “Éxito” individual, debemos procurar el de esta Sociedad/Mercado en que vivimos. Por ello, con cívica satisfacción aporto para que el próximo domingo 13, decidamos lo que debe conducirnos a todos los ecuatorianos -tirios y troyanos- al “Éxito” que se merecen nuestras familias y nosotros mismo.

La “Cabeza” me dice que para decidir quien nos presida, necesitamos de la madre de todas las ciencias, la Experiencia. Evaluados en los dos candidatos sus antecedentes familiares, edad, estudios y otras consideraciones, que expuestas por sinnúmero de gentes de diversos sectores, hacen concluir en que en el momento actual, de entre los dos candidatos, por la polarización de ideas y muchos otros aspectos, en este balotaje debemos decidir por el mal menor, ya que ninguno de los finalistas igualan a don Clemente Yerovi Indaburu, quien es uno de los mejores Presidentes que hemos tenido; pero -interviniendo el “Corazón”- y porque no debemos sufragar por ganadores y/o perdedores ya que elegiremos es a quien haga triunfador a nuestro Ecuador, eso la mayoría de ecuatorianos ya lo hemos decidido por “un mangajo”… Triunfo que se reflejará en el “Bolsillo” nacional, en el que desde hace 25 años prima un dios -con minúsculas- el dólar, que nos ha dado una relativa larga tranquilidad.

Dólar que debemos mantenerlo fuera de cualquier peligro y/o “sapada criolla”; para que invirtiéndolo bien, propio y/o prestado, nos ayude a solucionar el cúmulo de problemas socio-económicos que padecemos, para no sufrir las tragedias de Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora Bolivia.

Así que, junto con mis allegados, en esta elección del día 13 -invitando a los generosos lectores- nosotros seguiremos aplicando ésta, nuestra “Fórmula del Éxito”, el que será de todos quienes habitamos en este Ecuador del alma. Gracias.