Elon Musk, el hombre más rico del planeta y ahora influyente figura dentro del círculo de poder de Donald Trump, reapareció con fuerza en la arena política internacional. En una intervención por video durante un congreso del partido antiinmigrante italiano Liga, celebrado en Florencia, Musk propuso la creación de una zona de libre comercio entre Europa y Estados Unidos, con aranceles nulos y mayor movilidad laboral transatlántica.

Sus declaraciones llegan solo tres días después de que el presidente Trump firmara un decreto que impone aranceles del 20% a las importaciones provenientes de la Unión Europea (UE). La respuesta europea ha sido de advertencia, pero también de apertura al diálogo para evitar una guerra comercial.

“Europa y Estados Unidos deberían avanzar hacia una situación de aranceles nulos”, dijo Musk, en una conversación virtual con Matteo Salvini, líder de la Liga y segundo en el gobierno italiano.

El empresario y actual jefe del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración Trump, también se mostró a favor de una mayor libertad de movimiento de personas entre ambos continentes. “Ese ha sido sin duda mi consejo al presidente”, afirmó.

Pero Musk también aprovechó su intervención de 15 minutos —proyectada en una pantalla gigante— para lanzar una advertencia: volvió a cargar contra la inmigración masiva, afirmando que esta “llevará a la destrucción de los países que la acepten”.

Cercano a Giorgia Meloni, primera ministra italiana, Musk ha intensificado su influencia política en Occidente, al tiempo que refuerza su papel como donante clave en la campaña de reelección de Trump.