El dirigente de la Conaie, Leonidas Iza, no dejó margen de duda en su advertencia a Luisa González durante la firma del acuerdo con el correísmo el último sábado. Si el nuevo gobierno no cumple lo pactado, él encabezará movilizaciones en las calles.
“Al momento que no sean cumplidos sobre lo que acuerda, serán movilizaciones permanentes”, afirmó Iza, recordando que no es una amenaza vacía.
En los últimos seis años, el líder indígena ha estado al frente de dos paros nacionales que dejaron un alto costo social y económico para Ecuador. En octubre de 2019, Iza fue una de las figuras centrales en las protestas contra la eliminación del subsidio a los combustibles, causando pérdidas de USD 821 millones y una ola de violencia que incluyó el incendio de la Contraloría General del Estado y el bloqueo de ciudades como Quito y Ambato.
Tres años después, en junio de 2022, repitió la misma estrategia contra el gobierno de Guillermo Lasso. Las pérdidas fueron aún mayores: USD 1 115 millones, según el Banco Central. El paro dejó seis muertos, bloqueos de carreteras y agresiones a bienes públicos.
Ahora, con el correísmo nuevamente en escena y una posible presidencia de González, la amenaza de nuevas movilizaciones vuelve a tomar fuerza. La historia reciente demuestra que cuando Iza habla de salir a las calles, no lo dice en vano.
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