El analista económico Oswaldo Landázuri cuestionó duramente la viabilidad del acuerdo firmado por la candidata Luisa González con el movimiento indígena, el cual contempla restricciones en ingresos estatales y un aumento significativo en el gasto público. Según Landázuri, las medidas comprometidas podrían representar un déficit anual de hasta 2.000 millones de dólares y generar una crisis fiscal insostenible.
Entre los puntos críticos del acuerdo, se incluyen la prohibición de nuevos proyectos petroleros, la restricción de la minería a gran escala y la suspensión de megaproyectos en zonas sensibles, lo que limitaría significativamente los ingresos estatales. Además, la condonación de deudas de hasta 10.000 dólares para pequeños productores representaría una pérdida de 190 millones de dólares, mientras que el pago a proveedores externos del Estado requeriría al menos 500 millones de dólares.
El analista destacó que el país ya enfrenta problemas estructurales graves, como un déficit fiscal que supera los 20.000 millones de dólares y atrasos en salud y seguridad social por más de 7.000 millones. “Si a esto sumamos la eliminación de ingresos clave y el aumento del gasto, la situación económica se volvería crítica”, advirtió Landázuri.
Uno de los temas más controvertidos del acuerdo es el de los subsidios. Actualmente, Ecuador destina 3.000 millones de dólares a subsidios energéticos, y cualquier intento de focalización ha sido rechazado por los movimientos sociales. Landázuri propuso una solución diferente: “En lugar de quemar recursos, podríamos reasignar estos subsidios a proyectos de infraestructura, salud y educación, generando un impacto positivo y sostenible en las comunidades.”
Según el analista, el crecimiento económico proyectado para 2025 es de apenas 2,5%, insuficiente para sostener el nivel de gasto comprometido en el acuerdo. “Para que Ecuador realmente progrese, debería crecer al menos un 5% anual durante una década, y eso solo es posible con mayor inversión privada y pública”, explicó. Además, señaló que el presupuesto estatal de 36.000 millones de dólares está desbalanceado, con 20.000 millones destinados a gasto corriente y apenas 1.800 millones a inversión.
Finalmente, Landázuri advirtió que el gobierno de González enfrentaría una crisis de financiamiento si decide alejarse de organismos como el Fondo Monetario Internacional sin proponer alternativas viables. “Sin acceso a crédito externo y con un esquema económico insostenible, el escenario más probable es el colapso de las promesas realizadas”, concluyó.
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