Lo que se esperaba como un hito electoral terminó convirtiéndose en un acuerdo incómodo y lleno de dudas. Pachakutik y la Revolución Ciudadana oficializaron su alianza para la segunda vuelta, pero la ausencia de Leonidas Iza en el evento y sus fuertes condicionamientos dejaron en evidencia que el pacto es todo menos sólido.
Desde una conexión virtual, el presidente de la CONAIE dejó claro que el apoyo indígena no será un cheque en blanco, recogió Ecuavisa. Con un pliego de 25 demandas, Iza puso sobre la mesa exigencias que chocan con el modelo político del correísmo y advirtió que, si no se cumplen, la respuesta será la movilización.
“Nuestro voto no es un cheque en blanco ni una hipoteca para nuestros proyectos políticos. Si no se cumple lo acordado, habrá movilizaciones”, sentenció Iza.
Aunque reconoció que existen sectores indígenas que respaldan la alianza, el tono desafiante y las condiciones impuestas marcaron un punto de fricción con el correísmo.
Luisa González evita la confrontación
La candidata de la Revolución Ciudadana optó por no responder directamente a los condicionamientos de Iza. Prefirió destacar la unidad del acuerdo y evadir las críticas.
“De forma madura, consciente y entregada a la patria, nos hemos unido todas estas organizaciones sociales”, expresó González.
Sin embargo, el analista Lolo Echeverría fue tajante al evaluar el pacto:
“Iza humilla a la Revolución Ciudadana diciéndole que comete errores y horrores, y estableciéndole una agenda imposible de cumplir. Y la Revolución Ciudadana se ha humillado firmando esto”, señaló.
Más que una alianza estratégica, el acuerdo parece una tensión contenida. Pachakutik ahora tiene un documento firmado que le permitirá exigir, presionar e incluso movilizarse contra un eventual gobierno de González si no se cumplen los compromisos.
La gran duda es si este pacto resistirá el tiempo o si solo es una jugada electoral que se desmoronará ante la primera prueba de fuego.
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