En medio de la anunciada “intervención” del hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS en Guayaquil, pacientes continúan enfrentando escasez de medicinas e insumos médicos, mientras se han adjudicado contratos por USD 12,3 millones en los últimos meses. La falta de resultados concretos genera dudas sobre la efectividad de la medida.

El 23 de febrero, el Gobierno dispuso la intervención del hospital tras el secuestro del director administrativo Ronny Camba. Sin embargo, médicos y veedores denuncian que la intervención ha sido más mediática que estructural. “No hay cambios radicales. En la parte administrativa siguen los mismos de siempre”, afirmó un cirujano bajo anonimato.

Las quejas de los pacientes reflejan la crisis del hospital. “Me pidieron que compre desde alcohol hasta medicinas para el corazón de mi esposo”, relató Sara López, una de las afectadas. A pesar de ello, en enero y febrero se adjudicaron millonarios contratos, muchos iniciados en 2024, incluyendo compras de medicamentos y servicios bajo régimen especial.

Uno de los contratos más cuestionados es el de limpieza, por USD 2,2 millones, firmado por el nuevo gerente Alberto Sper, quien asumió el cargo el 11 de febrero. Veedores han criticado la falta de transparencia en estas adjudicaciones, señalando la influencia de grupos de poder dentro del hospital.

Mientras tanto, equipos médicos esenciales como tomógrafos, mamógrafos y resonadores siguen sin operar. “No tenemos los equipos básicos para diagnósticos clave”, lamentó el especialista.

La Comisión Nacional Anticorrupción insiste en la necesidad de auditorías profundas y en la intervención de la Fiscalía. “No se trata de anuncios, sino de soluciones reales”, advirtió su coordinador, Germán Rodas.

A pesar de los cambios administrativos y los contratos millonarios, la realidad para los pacientes sigue siendo la misma: un hospital con recursos comprometidos, pero sin mejoras visibles en su atención.