Brasil espera este miércoles, 26 de marzo, un fallo crucial de la Corte Suprema sobre el futuro judicial del expresidente Jair Bolsonaro. La Fiscalía acusa al exmandatario ultraderechista de encabezar un plan para mantenerse en el poder por la fuerza tras su derrota electoral en 2022.
Bolsonaro, de 70 años, enfrenta cargos por “golpe de Estado”, “tentativa de abolición violenta del Estado democrático” y “organización criminal armada”, delitos que podrían costarle hasta 40 años de prisión.
El caso es de alto impacto en un país aún marcado por la dictadura militar (1964-1985). Según la denuncia, Bolsonaro habría diseñado un plan que incluía un decreto para justificar un “estado de defensa” y hasta el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del juez Alexandre de Moraes.
La investigación también lo vincula con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia. Sin embargo, el presunto golpe no se concretó por la falta de respaldo de los altos mandos militares.
Persecución política vs. plan golpista
Bolsonaro se ha declarado inocente y considera que enfrenta “la mayor persecución político-judicial de la historia de Brasil”. A pesar de estar inhabilitado políticamente hasta 2030, aspira a volver a competir en las elecciones de 2026.
La audiencia comenzó el martes y se reanuda este miércoles a las 09:30 (hora local). La decisión está en manos de cinco magistrados, incluidos Alexandre de Moraes, considerado enemigo del bolsonarismo, y Flávio Dino, exministro de Lula.
El fiscal general, Paulo Gonet, argumentó que el objetivo del expresidente era “garantizar su continuidad en el poder, independientemente de los resultados electorales”. Por su parte, la defensa de Bolsonaro insiste en que “no se halló absolutamente nada” en su contra.
El fallo de la Corte Suprema podría marcar un antes y un después en la política brasileña.
0 comentarios