El reciente debate presidencial en Ecuador ha generado intensas reacciones y análisis de expertos en comunicación, periodismo y política. En el programa “Vera a su manera”, los panelistas Stephanie Macías, Alfonso Harb y Alejandro Zavala examinaron con más perspectiva los efectos de este encuentro entre los candidatos Daniel Noboa y Luisa González.
Según Stephanie Macías, el debate marcó un hito en la historia política del país, configurándose como el primer “Debate 2.0” en Ecuador. En sus redes sociales, la especialista en comunicación y manejo de crisis realizó un análisis exhaustivo sobre la estrategia discursiva de ambos candidatos. Resaltó que el objetivo primordial no era convencer a los votantes ya decididos, sino captar el apoyo de los indecisos, aquellos que podrían inclinarse por uno u otro candidato en la segunda vuelta.
Alejandro Zavala, por su parte, destacó el fenómeno de “la grieta”, un término tomado del contexto político argentino que describe una división radical entre dos bandos opuestos. Para Zavala, el debate no buscó la unión ni la persuasión, sino que reforzó la polarización ya existente en la sociedad ecuatoriana. La confrontación prevaleció sobre las propuestas, algo que podría haber alejado a los votantes indecisos en busca de respuestas concretas.
Uno de los momentos más controversiales del debate fue la declaración de Luisa González sobre su reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro. Alfonso Harb calificó esta afirmación como un “autogol político”, argumentando que con ello la candidata socialcristiana podría haber perdido el apoyo de votantes que temen un modelo de gobierno similar al venezolano. Para Harb, reconocer a Maduro equivale a aceptar fraude electoral, represión política y el narcogobierno, factores que podrían alejar a los votantes moderados.
Además, Macías señaló que González utilizó una estrategia discursiva efectiva al abordar temas sensibles como la educación, la migración venezolana y la seguridad social. La candidata mencionó las dificultades del sistema educativo en la costa, el impacto del desempleo en sectores populares y la falta de afiliación al seguro social como herramientas para conectar con el electorado.
Por su parte, Daniel Noboa centró su estrategia en desacreditar a González mediante la asociación con figuras polémicas del correísmo y enfatizando la necesidad de evitar un retorno al pasado. Sin embargo, según el análisis de los expertos, dejó pasar oportunidades clave, como cuestionar más a fondo las alianzas internacionales de su contrincante.
A pesar de la falta de propuestas concretas, los analistas coinciden en que el debate sirvió para reafirmar las posiciones de los votantes ya convencidos. Sin embargo, la gran interrogante sigue siendo cuánto impacto tuvo en los indecisos y en aquellos que podrían cambiar su voto de cara a la segunda vuelta electoral.
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