Durante la noche del domingo, Rusia lanzó una ofensiva aérea con drones sobre varias regiones de Ucrania, provocando la muerte de al menos siete personas, según informaron autoridades locales y los servicios de emergencia ucranianos. Este ataque se produce justo antes de que delegaciones de Ucrania y Rusia mantengan este lunes en Arabia Saudita una nueva ronda de conversaciones indirectas, con la mediación de Estados Unidos, para evaluar una posible tregua enfocada en la protección de infraestructuras energéticas.
De acuerdo con la Fuerza Aérea de Ucrania, las defensas antiaéreas lograron interceptar y destruir 57 drones kamikaze, incluidos varios modelos Shahed, lanzados desde territorios cercanos a Ucrania. Además, otros 36 drones no tripulados sin carga explosiva, empleados por Rusia como señuelos, fueron detectados y neutralizados.
Las regiones de Kiev, Kharkiv, Sumi, Kirovograd y Zaporizhzhia fueron algunas de las áreas afectadas, donde los bombardeos dañaron tanto instalaciones civiles como zonas residenciales, según el reporte preliminar de las autoridades ucranianas.
Mientras tanto, el presidente Volodimir Zelensky informó que su equipo técnico sostendrá este lunes encuentros con representantes estadounidenses en suelo saudí, antes de iniciar formalmente las conversaciones indirectas con la delegación rusa. Zelensky destacó que Ucrania busca acordar un cese parcial de hostilidades que contemple la protección de infraestructuras críticas.
Desde el lado estadounidense, Steve Witkoff, enviado especial del ex presidente Donald Trump, declaró que ve con optimismo las negociaciones y anticipó que uno de los temas centrales será la posibilidad de una tregua en el mar Negro para garantizar la seguridad de la navegación en la región. Según Witkoff, este acuerdo podría abrir la puerta a un alto el fuego más amplio.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso denunció este lunes un nuevo ataque ucraniano contra la estación de bombeo Kropótskinskaya, en la región de Krasnodar. Moscú aseguró que un dron ucraniano fue derribado cerca del lugar y que sus restos cayeron en las inmediaciones de la estación ferroviaria Kavkázkaya. Este sería el segundo ataque contra la infraestructura desde febrero.
Kropótskinskaya es parte del Consorcio del Oleoducto del Caspio, un sistema de más de 1.500 kilómetros que transporta petróleo kazajo hasta el puerto ruso de Novorossisk, en el mar Negro, y que representa una vía clave para las exportaciones de crudo de Kazajistán.
El Kremlin acusó a Ucrania de continuar atacando infraestructuras energéticas en territorio ruso, a pesar de la propuesta de tregua energética respaldada por Washington. Según Moscú, Kiev habría condicionado dicho acuerdo a la ampliación del cese al fuego a otras infraestructuras estratégicas.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, confirmó que las fuerzas rusas están cumpliendo la orden de Vladímir Putin de suspender los ataques contra las instalaciones energéticas ucranianas desde el pasado 18 de marzo. “Hasta ahora, no ha habido nuevas instrucciones del presidente”, aseguró Peskov en su rueda de prensa habitual.
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