La emergencia se desató la noche del sábado 22 de marzo. El aumento del caudal del río Esmeraldas, contaminado con residuos de petróleo, permitió que una mancha de crudo se infiltrara en tres pozos de captación de agua y en el canal de distribución que abastece a la planta de tratamiento de la Empresa Pública Mancomunada de Agua Potable y Saneamiento Esmeraldas (Epmapse).
Ante la alerta, los alcaldes de Esmeraldas y Rioverde ordenaron la suspensión del bombeo por 16 horas para evitar un desastre mayor en el suministro de agua potable.
Desde el amanecer del domingo, al menos 10 trabajadores de Petroecuador se movilizaron para limpiar los pozos y el canal con mallas y esponjas absorbentes. A mediodía, se reanudó el bombeo y se comenzaron a llenar tres piscinas de 10 000 metros cúbicos cada una, para tratar y distribuir el agua de forma racionada a 130 sectores de Esmeraldas, Rioverde y Atacames.
Mientras tanto, los habitantes buscaron alternativas desesperadas para abastecerse.
- En la parroquia Tabiazo, decenas de personas acudieron al río Teaone, que no está contaminado, para lavar ropa y recoger agua.
- Más de 300 ciudadanos se trasladaron a un balneario de agua dulce a 24 kilómetros de la ciudad para bañarse y realizar sus actividades domésticas.
- En la vía Refinería, familias aprovecharon un manantial que brota a un costado de la carretera para llenar recipientes y cubrir sus necesidades básicas.
El derrame de crudo ha vuelto a poner en jaque el acceso al agua potable en Esmeraldas, una crisis que golpea a miles de familias. Petroecuador y las autoridades continúan con las labores de mitigación, mientras crecen las preguntas sobre la responsabilidad y las posibles indemnizaciones para los afectados.
0 comentarios