El israelita Ran Gazit

Mar 19, 2025

Por Aurelio Dávila

Corrían los últimos días de 1982, un grupo de jóvenes ecuatorianos, de toda clase socio económica, rebeldes contra el sistema, contestarios con sus padres y maestros formaban el grupo subversivo “Alfaro Vive”. Inspirados en lo que sucedía en Latinoamérica pensaron que Ecuador no podía estar fuera de esta avalancha revolucionaria: los sandinistas en Nicaragua; el M19 en Colombia; Sendero Luminoso en Perú. Todos inspirados en la ideología cubana y con la música de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés como fuentes inspiradoras.

Sus primeras acciones fueron para llamar la atención y poder transmitir sus ideales, así durante el gobierno de Oswaldo Hurtado se sustrajeron la espada del general Eloy Alfaro que se encontraba en el Museo de Guayaquil. Después, comenzaron con actos violentos como lanzar panfletos, asaltar bancos y generar pánico, todo esto bajo una mirada pasiva del entonces presidente Hurtado. Inclusive, antes de la segunda vuelta de las elecciones de 1984, sus acciones fueron más violentas y amenazantes al candidato León Febres Cordero.

El inicio del gobierno de León fue un detonante para el naciente grupo subversivo, contestarios como lo eran, desafiaron al flamante gobernante y sus actos violentos empezaron el mismo día de la posesión.Ingresaron a la fuerza a diferentes estaciones de radio y al Diario Hoy. Buscaban a través de la prensa notoriedad, la violencia se fue incrementando, inclusive asesinaron a varios miembros de la policía, como el capitán Galo Miño, su víctima más visible. Más adelante secuestraron al banquero Nahín Isaías, quien terminó muriendo en un enfrentamiento entre el poder y los subversivos, cuando intentaron liberarlo.

El presidente Febres Cordero se cansó de la violencia y buscó la asesoría del israelita, Ran Gazit, experto en luchar contra guerrillas. Los resultados fueron exitosos a tal punto que este naciente movimiento guerrillero no tuvo más de cuatro años de vida. El costo fue muy alto: el fallecimiento de civiles, de gente de la policía y de algunos subversivos, pese a que los movimientos de extrema izquierda se oponían a la presencia del experto israelita. Ecuador volvía a ser una isla de paz a tal punto que un par de años más tarde, las sobras de este grupo subversivo, entregó las armas al nuevo gobernante, el Doctor Rodrigo Borja.

Hace poco menos de 20 años, el país volvió al sendero de la violencia, esta vez ya no por ideales o por guerrilleros, ahora por la lucha de territorios, por el control del narcotráfico y de territorios, estos grupos, financiaron campañas presidenciales, como han declarado desde Colombia, a cambio de eso, se quitaron bases extranjeras, se liberó a microtraficantes, se estableció una tabla de consumos y más acciones que están a la vista de todo el país. El presidente Daniel Noboa decidió tomar el toro por los cuernos y ha decidido traer al país a Erick Prince, contratista privado, fundador de la empresa Blackwater, experto en combatir grupos delincuenciales. La reacción ha sido la misma que hace 40 años, los que queremos un país pacífico apoyamos esta decisión y los que creen que la impunidad debe seguir reinando en el país, cuestionan su presencia.

Como siempre, el tiempo será el mejor testigo juez, y veremos cuan efectiva pueden ser las acciones de Prince.



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