La globalización mundial, especialmente se da, entre otras razones por: 1. cambiar las reglas del juego en la economía, para que los más ricos del planeta, sigan enriqueciéndose. 2. Para que las potencias Rusia, China, India, Israel y Estado Unidos vayan posicionándose territorial, geográficamente y militarmente para defensa y ataque, 3. Para establecer disimuladamente formas de ocupación territorial donde puedan inmediatamente poner sus bases, de todo tipo. 4. Para eliminar del campo laboral miles de trabajadores del mundo que serán reemplazados por robots que hacen ahora muchas tareas. China tienes miles de robots que hacen trabajos agrícolas. 5. Para desarrollar de mejor manera la ciencia, la investigación científica y la capacidad inventiva y la innovación, para que estas potencias sean más poderosas y fortalezcan su dominio planetario.
Pero, ¿cómo lo están haciendo? Estableciendo disimuladamente formas de ocupación territorial, donde pueden inmediatamente poner sus bases y controlar los recursos naturales y estratégicos. La guerra de Putín contra Ucrania y la coacción de Trump a este país, buscan apoderarse de la riqueza del futuro que son “las tierras raras”. Y, ¿qué pasa con los trabajadores? Como lo señalé antes, miles de ellos están siendo reemplazados por robots que pueden hacer muchas tareas de manera más eficiente y barata, sin pago de seguridad social, vacaciones. horas extraordinarias y suplementarias, jubilación y otros emolumentos laborales. Esto no solo afecta a los trabajadores, sino también a las comunidades donde viven y trabajan y las economías locales.
Y seguimos con los interrogantes: ¿por qué están haciendo todo esto? Para desarrollar de mejor manera la ciencia, la investigación científica y la capacidad inventiva y de innovación. Para que estas potencias sean más poderosas y puedan controlar el mundo. Como se puede apreciar, esto no es solo una cuestión de economía o política. Es una cuestión de justicia y equidad. Debemos preguntarnos, ¿qué tipo de mundo queremos construir? ¿Un mundo donde los más ricos sigan enriqueciéndose, mientras que los más pobres luchan por sobrevivir? ¿O un mundo donde todos tengamos acceso a las oportunidades y recursos que necesitamos para vivir con dignidad?. La elección es nuestra. Debemos unirnos para luchar por un mundo más justo y equitativo. Un mundo donde la globalización sea una herramienta para el bien común, no solo para los intereses de los más ricos y poderosos.
La situación es aún más grave de lo que parece. La carrera armamentista y la expansión territorial de las potencias mundiales pueden llevarnos a una conflagración o incluso a una tercera guerra mundial. ¿Por qué? ¿Qué ganarían los más ricos y poderosos del planeta con una guerra devastadora?. La respuesta es simple: entre algunos propósitos tenemos el de la reconstrucción. La reconstrucción de todo lo destruido significa inversión económica mundial en cualquier parte y ganar mucho dinero, y solo los más ricos del planeta tienen el poder y los recursos para llevar a cabo esa inversión. Es una táctica cruel y cínica, pero es la realidad que enfrentamos.
Imaginemos una guerra que destruya ciudades, economías y vidas. Imaginemos la devastación, el sufrimiento y la desesperación de grandes mayoría de seres humanos. Y al mismo tiempo, imaginemos a los más ricos y poderosos del planeta, con sus grandes empresas y corporaciones, llegando a la escena dantesca de lo destruido, para “reconstruir” y “ayudar a las clases medias, las populares y las pobres”. En realidad, llegarían para aprovecharse de la situación y enriquecerse aún más y consolidar su poder.
Es una visión apocalíptica, pero es la realidad que enfrentamos si no tomamos medidas para prevenirlo. Debemos unirnos para luchar contra esta carrera armamentista y esa expansión territorial que ya estamos viviendo. No vemos cómo China y otros países asiáticos compran y arriendan grandes extensiones de tierra en diferentes partes del planeta para sembrar arroz. Es decir, sembrar ocupación y posicionamiento territorial. Otros países, lo hacen mediante la agresión, la fuerza y la ocupación bélica. Y los países pequeños? Debemos luchar por un mundo más justo y equitativo, donde la riqueza y el poder no sean los únicos objetivos. La elección es nuestra. Debemos seguir permitiendo que los más ricos y poderosos del planeta nos lleven a la catástrofe y extinción, o debemos unirnos para crear un mundo mejor. Un mundo donde la paz, la justicia, la cultura, la educación, la seguridad y la igualdad, entre otros, sean los valores que guíen nuestras acciones. La clave, para lo que viene y lo que vamos a enfrentar, es UNIRNOS para sobrevivir, con nuestro propio esfuerzo y nuestros medios. No podemos ni debemos ser los esclavos del Siglo XXI. Me parece que se hace necesario, a través de un proceso de unidad, ir a esa unidad de países para ayudarse mutuamente y hacer un frente de resistencia a los deseos y objetivos de las grandes potencias desarrollando un plan estratégico para la defensa de sus territorios, de sus poblaciones y de sus recursos naturales.
La construcción de un gran bloque de países pequeños es una idea que puede parecer utópica, pero es una necesidad imperiosa en el mundo actual. Los países pequeños y medianos están siendo aplastados por la hegemonía de las grandes potencias, que buscan expandir su influencia y controlar los recursos naturales y estratégicos. Un bloque de países pequeños podría ser una forma de enfrentar a esta hegemonía y defender los intereses y la soberanía de los países miembros. Al unirse, estos países podrían compartir recursos, conocimientos, tecnología, ciencia, investigación y experiencias y desarrollar un plan estratégico para su defensa y desarrollo. La estructuración de un gran bloque de países pequeños que se apoyen mutuamente y trabajen juntos para defender sus intereses y recursos es una idea totalmente factible. Esto podría ser una forma de equilibrar el poder y la influencia de las grandes potencias y promover una mayor justicia y equidad en el mundo. Algunos bloques regionales que ya existen podrían servir de modelo para esta iniciativa. Tenemos, por ejemplo: La Unión Europea (UE), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Estos bloques regionales han demostrado ser efectivos para promover la cooperación económica, la integración regional y la defensa de los intereses comunes de sus miembros. Por cierto que, en el caso de un bloque de países pequeños, sería importante definir claramente los objetivos y principios que guiarían su acción, así como establecer mecanismos efectivos para la toma de decisiones y la resolución de conflictos.
De allí que, se hace indispensable, la preparación de líderes jóvenes preparados en las diferentes ramas del conocimiento y el escogitamiento de líderes experimentados para enfrentar los desafíos del futuro. Necesitamos líderes que sean capaces de tomar decisiones bien sustentadas, que sean innovadores, que sean capaces de trabajar en equipo y que sean comprometidos con la justicia y la equidad social. Estimo que la preparación de líderes debe ser una prioridad nacional y global. Debemos invertir en la educación y el desarrollo de nuestros jóvenes, para que puedan adquirir las habilidades y el conocimiento necesario para enfrentar los desafíos del futuro. En un estudio referente a los líderes del futuro, para países como el nuestro, se ha determinado que los líderes que necesitamos deben tener las siguientes características: “a. Talento y habilidad: Deben tener las habilidades y el conocimiento necesario para tomar decisiones difíciles y para liderar equipos de discusión, análisis y trabajo de los problemas de la sociedad que hay que resolver. b. Imaginación, inteligencia y creatividad: Deben ser capaces de pensar de manera creativa y de encontrar soluciones innovadoras a los problemas. c. Personalidad y carisma: Deben tener una personalidad fuerte y carisma para generar confianza, inspirar y motivar a los demás. d. Seguridad en sí mismo: Deben tener confianza en sí mismos y en sus habilidades para tomar decisiones y liderar equipos. e. Compromiso con la justicia, la honestidad, la ética y con la sociedad y país en el que viven y su futuro: Deben estar comprometidos con el destierro de toda forma de corrupción y con un trabajo decidido y permanente para crear un mundo más justo y equitativo”.
La preparación de líderes es un proceso que debe comenzar desde la educación básica y debe continuar a lo largo de la vida. Debemos crear programas de educación y desarrollo que sean accesibles y asequibles para todos, y que se centren en el estímulo, el perfeccionamiento de las habilidades y el conocimiento necesario para liderar en el futuro. Esta es una tarea obligatoria que se debe cumplir lo más antes posible. No me cabe duda
que la preparación de líderes es una inversión en el futuro de nuestra sociedad. Debemos tomarla en serio y trabajar juntos, independientemente de posiciones políticas y partidistas para crear un mundo en el que nosotros y las generaciones futuras podamos vivir con libertad, en paz, con alegría, con tranquilidad y. fundamentalmente, con seguridad.
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