El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) sigue sin poder concretar los procesos de designación de cuatro de las principales autoridades del país, dejando en incertidumbre instituciones clave como la Fiscalía General del Estado, el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y el Consejo de la Judicatura. A pesar de que los concursos deberían estar avanzando, el Cpccs parece ir a paso de tortuga.
El Cpccs, en su historia, ha sido una presa fácil para las presiones de los gobiernos de turno. La abogada y politóloga Melania Carrión sostiene que el órgano se ha convertido en un campo de batalla político, donde sus miembros deben enfrentarse a constantes influencias, tanto del poder como de actores políticos opositores. “Ya no se puede confiar en que los integrantes del Cpccs sean ciudadanos libres de militancias políticas. En sus cargos, se convierten en blanco fácil de las presiones”, explica Carrión.
Además de las presiones, Carrión menciona las “seducciones” que provienen de la distribución del poder, una tentadora oferta del Gobierno de turno que agrava aún más la polarización entre el correísmo y el anti-correísmo. Este clima de confrontación política ha sido un freno constante para los concursos.
La composición del Cpccs no se ha asentado. El órgano está compuesto por siete consejeros, pero las destituciones y censuras, como las de la Liga Azul y Juan Esteban Guarderas, han alterado su equilibrio. A día de hoy, el Pleno sigue siendo vulnerable a cambios, lo que ha generado que las decisiones de designación y las comisiones de los concursos sigan siendo frágiles e inciertas.
Entre los consejeros actuales, varios enfrentan controversias. Andrés Fantoni y Nicole Bonifaz tienen procesos abiertos en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), mientras Bonifaz enfrenta una investigación por posible asociación ilícita. Por su parte, Johanna Verdezoto está bajo juicio político en la Asamblea Nacional, y el cargo de consejero principal sigue vacante entre los nombres de Óscar Ayerve y David Rosero.
Un llamado a la transparencia
Santiago Becdach, abogado y excandidato al Parlamento Andino por Construye, señala que no basta con “descorreizar” el Cpccs. El objetivo debe ser garantizar concursos transparentes y que las comisiones ciudadanas estén compuestas por verdaderos representantes de la sociedad, con perfiles idóneos para los cargos. Becdach confía en que los nuevos miembros, como Gonzalo Albán, puedan mejorar el proceso de selección.
A pesar de los esfuerzos, los concursos para cubrir estos cargos fundamentales están casi paralizados. En el caso de la Fiscalía, el reglamento fue aprobado, pero no ha avanzado más. El Consejo de la Judicatura apenas ha solicitado las ternas, y Daniel Noboa aún no ha enviado la suya. El CNE se acerca a la fase de méritos, pero falta una segunda renovación parcial, y el TCE sigue completamente estancado.
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