La Reserva Marina Hermandad, que se extiende por 60.000 kilómetros cuadrados entre Galápagos (Ecuador) y la isla Coco (Costa Rica), celebra su tercer aniversario consolidándose como un referente en conservación marina en el Pacífico Este Tropical.
Durante un acto realizado en Guayaquil, representantes de gremios pesqueros y organizaciones ambientales destacaron el avance en la protección de especies migratorias como el tiburón martillo y la tortuga laúd, cuya supervivencia depende de estos ecosistemas.
Desde su creación en marzo de 2022, Hermandad ha impuesto estrictas regulaciones:
- 30.000 km² de zona intocable, donde está prohibida toda actividad pesquera.
- Control riguroso en la otra mitad, prohibiendo el palangre y fomentando prácticas pesqueras sostenibles.
Esta estrategia ha permitido proteger especies en peligro de extinción y, al mismo tiempo, mantener un equilibrio con el sector pesquero.
Pesca sostenible: un compromiso necesario
El sector pesquero ha cumplido con las regulaciones impuestas en la reserva, según Guillermo Morán, director de Tunacons. “El océano es nuestra fuente de vida; conservarlo y pescar de manera sostenible no es una opción, es una necesidad“, afirmó.
Por su parte, Eliécer Cruz, de la Fundación Jocotoco, subrayó que para garantizar el éxito de las Áreas Marinas Protegidas (AMP), se necesita gestión basada en ciencia y financiamiento sostenible, evitando que sean solo “reservas de papel”.
La directora del Parque Nacional Galápagos, María Auxiliadora Farías, resaltó que Hermandad es un modelo de cooperación internacional: “Su éxito depende del compromiso de todos los actores“.
Desde el Bezos Earth Fund, Patricia León enfatizó: “Hermandad envía un mensaje claro al mundo: proteger nuestros océanos no es una opción, es una necesidad“.
A tres años de su creación, la Reserva Marina Hermandad demuestra que la conservación y el uso responsable de los recursos marinos pueden ir de la mano.
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