Hoy, todos son expertos petroleros, nada nuevo en nuestro medio. Tenemos una capacidad infinita para opinar, clasificar, juzgar todo tema, más si es controversial y con una supesta total autoridad. Así que en el tema contractual de la concesión del campo Sacha al consorcio chino- canadiense Sinopetrol (los chinos están en todo, desde el plato del desayuno hasta en la explotación del campo petrolero más productivo del país, se expanden y crecen como la Covid mismo).

En fin, como introducción al no ser una experta petrolera no entraré en detalles del contrato, porque no sería correcto (más gente debería saber cuándo no debe o tiene competencia para hablar de algunos temas, pero es pedir demasiado). En lo que si tengo competencia es en el tema ambiental y resulta que mi primer trabajo como ingeniera ambiental fue en el Bloque 16, en una empresa privada petrolera, hace 20 años.

Hasta la fecha sigo vinculada y viajando a la Amazonía de manera continua por temas ambientales y de sostenibilidad. Por mi experiencia, evidencia y conocimiento de la causa, que implica la concesión del campo petrolero a empresas privadas, en una sola palabra, esto es POSITIVO.

No es que la empresa estatal no tenga técnico y especialistas que conocen del tema, tampoco que no tengamos legislación ambiental regulatoria, de hecho, Ecuador es de los países con mayor normativa ambiental, el problema está en la liquidez: Petroecuador no tiene plata, por lo que si hay inversión es para producir, por eso han logrado incrementar la producción. Sin embargo, ¿a qué costo en el tema ambiental? Nos ha costado un menor cumplimiento de estándares ambientales, con accidentes ambientales de gran magnitud conocidos por todos y hay otros que ni nos enteramos, con deterioro y falta de mantenimiento de equipos e instalaciones, lo que aumenta el riesgo ambiental de tener eventos, y más que no es novedad.

Por lo que si me preguntas si estoy o no de acuerdo con la concesión del campo Sacha a una empresa privada, te digo que sí: Absolutamente. Los estándares de las empresas privadas son ejemplo y lideran las iniciativas de sostenibilidad, en un sector tan frágil y de tanta importancia en biodiversidad y social, para poder sostener esa producción e ingresos para el país sin perjudicar el ambiente. Es necesario que quién lo haga pueda invertir y probar que cumplirá. Petroecuador debe dedicarse a asegurar, monitorear y controlar que todo eso se cumpla.

Y, bueno, hoy todos hablan del contrato y la producción, pero nadie está hablando de las implicaciones ambientales del proceso, alguien debía hacerlo.