Crisis de salud del Papa Francisco pone en cuestión el vacío normativo en el Vaticano

Mar 6, 2025

El Papa Francisco, de 88 años, atraviesa una grave crisis de salud que mantiene preocupados a millones de fieles en el mundo. Desde el 14 de febrero, el pontífice permanece hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una infección pulmonar que evolucionó a neumonía bilateral. A lo largo de los últimos días, sufrió episodios de insuficiencia respiratoria aguda que requirieron intervenciones médicas urgentes, incluida la ventilación mecánica no invasiva.

A pesar de que está consciente, su estado sigue siendo crítico y los médicos lo describen como un cuadro “complejo”. Ante este panorama, surgen interrogantes sobre qué ocurriría en caso de que el Papa no pudiera seguir ejerciendo su papel, pero tampoco haya fallecido ni renunciado.

El vacío normativo en la Iglesia Católica

El Papa es el líder supremo de la Iglesia Católica y del Estado Vaticano, un puesto vital tanto en lo religioso como en lo administrativo. Sin embargo, cuando el Papa no puede ejercer sus funciones, las tareas se delegan a la Curia Romana y, en especial, al Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. A pesar de ello, no existe un mecanismo formal que sustituya al pontífice si este queda incapacitado por un período prolongado. El derecho canónico, que regula la sucesión papal en caso de muerte o renuncia, no contempla un protocolo claro para una situación de incapacidad grave.

¿Qué sucede si el Papa no puede seguir gobernando?

En 2013, Benedicto XVI hizo historia al convertirse en el primer Papa en renunciar en casi 600 años debido a problemas de salud. Francisco, al igual que su predecesor, dejó escrita una carta de renuncia para ser utilizada en caso de incapacidad médica, aunque aún persisten dudas sobre cómo se activaría si el pontífice no estuviera en condiciones de tomar decisiones por sí mismo.

Posibles reformas en el futuro

La ausencia de normas claras sobre la incapacidad del Papa ha llevado a algunos expertos en derecho canónico a sugerir reformas. En 2021, un grupo de especialistas propuso que, en caso de incapacidad total, el Colegio de Cardenales debería asumir la gestión de la Iglesia y establecer un comité médico para evaluar la situación de salud del pontífice. No obstante, hasta el momento, el Vaticano no ha implementado ninguna reforma en este sentido.

Por ahora, los fieles rezan por la recuperación del Papa Francisco, y el Vaticano sigue adelante con sus actividades programadas, esperando que el pontífice recupere su salud y pueda retomar sus funciones.



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