Un mapeo realizado con teledetección por la empresa Ichthion Limited reveló que en Ecuador continental hay 2 541 km² de áreas contaminadas con plásticos, con mayor concentración en las desembocaduras de los ríos y zonas urbanas.

Guayas lidera la lista con 1 220 km² de contaminación, seguida por Esmeraldas (506 km²) y El Oro (496 km²). Estos residuos, transportados por los ríos, terminan acumulándose en las costas y avanzan hacia las Islas Galápagos, donde afectan a su frágil ecosistema, recoge Ecuavisa.

Desde 2020, Ecuador cuenta con la Ley Orgánica para la Racionalización, Reutilización y Reducción del Plástico, que busca eliminar progresivamente los productos de un solo uso. Sin embargo, expertos como Verónica Arias advierten que no hay evidencia clara de su cumplimiento.

En febrero de 2025 se dio un paso clave al prohibir la fabricación, venta e importación de sorbetes plásticos, pero solo 11 de los 222 cantones han adoptado ordenanzas similares.

Jorge Luis Mórtola, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), advierte que el problema radica en el uso excesivo de recursos, impulsado por la demanda de productos desechables. Mientras tanto, la producción de plástico sigue en ascenso: en los últimos 20 años se ha generado el doble del plástico fabricado en todo el siglo XX.

Los expertos coinciden en que la solución pasa por un enfoque de corresponsabilidad, donde la industria y los consumidores adopten prácticas de reciclaje, reutilización y reducción, evitando que los plásticos permanezcan hasta 450 años en el ambiente.