La provincia de Manabí enfrenta una de las peores crisis invernales de los últimos años. Debido a los estragos causados por lluvias torrenciales, el Gobierno, a través de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SNGR), declaró la emergencia provincial, buscando acelerar la movilización de recursos y atender con urgencia a las familias damnificadas.
Desde el 1 de enero de 2025, intensas tormentas han provocado el desbordamiento de quebradas, dejando 4 personas fallecidas, más de 12.500 familias afectadas y 1.837 personas damnificadas. En total, el desastre climático ha impactado a más de 48.000 personas en la provincia.
Las inundaciones son el principal fenómeno que azota a la región (67% de los eventos registrados), seguido por deslizamientos (16%), vendavales (6%) y aluviones (6%).
Ante la gravedad de la situación, el presidente Daniel Noboa ordenó el traslado inmediato del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio del Interior a Manabí para coordinar acciones de respuesta y mitigación.
Actualmente, están operativos un COE Provincial y 11 COE Cantonales en ciudades como Portoviejo, Manta, Santa Ana, Montecristi y Jipijapa.
Como parte de la asistencia humanitaria, la SNGR ha entregado 26.598 bienes de ayuda, incluyendo kits de alimentos, productos de aseo, colchones, camas y purificadores de agua. Además, cinco albergues temporales en Portoviejo y otras localidades han acogido a 276 personas de 92 familias damnificadas.
Daños en infraestructura y vías
El impacto de las lluvias también se refleja en la infraestructura:
- 1,63 km de vías afectadas
- 17 instituciones educativas con daños
- 6 viviendas completamente destruidas
Mientras la provincia se mantiene en emergencia, los equipos de rescate y las autoridades continúan trabajando contrarreloj para evitar más pérdidas y llevar ayuda a los sectores más golpeados.
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