En una emotiva ceremonia cerca de la Franja de Gaza, Yarden Bibas despidió a su esposa Shiri y a sus dos hijos, Ariel y Kfir, quienes fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023 en el Kibbutz Nir Oz y asesinados durante su cautiverio.

Con la voz quebrada por el dolor, Yarden recordó los primeros momentos con su esposa: “Mi amor. Recuerdo la primera vez que te llamé así. Me pediste que lo dijera solo si estaba seguro de que te amaba. Shiri, ya te amaba entonces”. Pronunció estas palabras en hebreo, pero resaltó en español las dos que más significaban para él: “Mi amor”.

Acompañado por su hermana Ofri, Bibas también evocó el último instante en que habló con Shiri, cuando intentaban resguardarse del ataque: “Te pregunté si debíamos luchar o rendirnos. Dijiste luchar, así que luché. Lo siento, no pude protegerlos”.

Liberado el 1 de febrero tras cuatro meses de cautiverio, Yarden confesó el vacío insoportable de no poder abrazar a su familia: “Desde el 7 de octubre, esto es lo más cerca que he estado de ustedes, y no puedo besarlos ni abrazarlos. Me está rompiendo”.

Miles de israelíes acompañaron el cortejo fúnebre en una muestra de solidaridad. Muchos vistieron de naranja o portaron globos de ese color en homenaje al cabello rojizo de Ariel y Kfir. Con una kipá naranja en su cabeza, Yarden suplicó: “Shiri, protégeme de las malas decisiones, del dolor, de la oscuridad. Te amo”.

La hermana de Yarden, Ofri Bibas Levy, también se dirigió a los asistentes con un mensaje contundente: “No nos derrotarán. Este desastre no debería haber ocurrido. Deberían haber vuelto con vida”. En sus palabras, denunció la falta de acción para rescatarlos: “Podían haberlos salvado, pero prefirieron la venganza”.

El funeral tuvo lugar pocos días después de que Israel confirmara oficialmente la muerte de Shiri y sus hijos. El ejército israelí aseguró que Hamas asesinó a los menores con sus propias manos, desmintiendo la versión del grupo terrorista que los atribuía a un ataque aéreo israelí.

Ofri cerró su discurso con una promesa: “Haremos todo lo posible para que el mundo recuerde a Ariel y Kfir por su inocencia y amor, como mamá Shiri y papá Yarden los criaron”.