Ellos, los infalibles

Feb 20, 2025

Por Ney Dolberg

En el actual cambio de época, con el advenimiento de aparatos individualizados para recibir información, emerge la falsa premisa que al no existir control sobre el flujo de información, la verdad aparecerá indefectiblemente y el error quedará expuesto, nada más falso.

Existen tantas teorías cuántos “sabios interpretadores” emergen, desde tiktokers y youtuberos, agoreros del futuro hasta políticos pastores de mentes obedientes que sin mayor objeción siguen y defienden desde el terraplanismo y la brujería hasta la solución de la salud y los males del país a través de sistemas caducos y anacrónicos cuyo fracaso ha sido demostrado hasta la saciedad; la pregunta emerge por si sola: ¿por qué todos ellos acumulan tanta cantidad de seguidores y defensores de sus tesis y acciones?.

La historia nos da luces: las creencias en magia y brujería ha sido una constante en todas las etapas de la humanidad, en 1428 vasallos y nobles en Valais iniciaron la persecución a las brujas, que terminó en la idea generalizada de una conspiración mundial a ser combatida, ilusión colectiva que la fortaleció Heinrich Kramer, un individuo “mentalmente inestable, misógino y con extrañas fijaciones sexuales”, que compiló y publicó su obra Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas), el arte de descubrir y matar brujas, el resto de la historia es conocida con la brutal persecución, juicios y sistemas de tortura inverosímiles, asesinando miles de inocentes.

Copérnico aparece en 1660 junto a instituciones científicas avalando la evidencia empírica, reconociendo y autocorrigiendo errores, sin embargo no podían competir con las instituciones y líderes, genios interpretadores infalibles, que al igual que hoy, bajo premisas irrefutables manejan grandes grupos de seguidores dueños de verdades y dogmas que los llevan al poder y
convertirse en dictadores tiranos, ejemplos sobran desde reyes medievales hasta Hitler, Stalin, Mengistu, Pinochet, Idi Amin, Pol Pot, entre otros.

El aferramiento, sea por interés y/o ignorancia, a doctrinas y dogmas manejados por estos “líderes infalibles”, nos arriesga a caer en fanatismos que una vez en el poder usan y abusan hasta llegar a crímenes nefastos, la actual tecnología de la comunicación son su mejor vía, a través de la velocidad y manejo masivo de emociones, calan en mentes obedientes y cuerpos disciplinados que repiten y defienden tesis absurdas. En la actual “época emergente” la mentira y la agresión son la base de la verdad, Ecuador no se salva…



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