Un nuevo hecho de violencia sacudió Samborondón. Cuatro personas fueron asesinadas dentro de una vivienda en Ciudad Celeste por sicarios que irrumpieron vestidos con uniformes militares. Entre las víctimas hay tres ecuatorianos y un ghanés, quienes, según las primeras investigaciones, planificaban el envío de droga a Norteamérica.
Un ataque planificado y con drones sobrevolando la zona
Los atacantes llegaron en una camioneta y sometieron a un guardia de seguridad antes de ingresar a la casa en la etapa Brisas. Las víctimas fueron identificadas como José Luis Cantuña, Marlon Mosquera, Aaron Vélez y Alain Muñoz.
Uno de los hombres que estaba en la vivienda, Washington B., logró escapar, pero fue perseguido a tiros, causando pánico entre los residentes. Cámaras de seguridad captaron el momento en que los sicarios disparaban mientras huían.
Según un agente investigador, los criminales usaron drones para vigilar la zona antes del ataque, una estrategia similar a la empleada en el asesinato de alias Samir en 2023, un cabecilla del grupo Mafia 18.
¿Quiénes estaban en la casa?
La vivienda donde ocurrió la masacre había sido alquilada y en su interior se encontraron radios de comunicación, celulares y documentos. También se halló un vehículo cuyo dueño registra antecedentes por delincuencia organizada y tenencia de armas de fuego.
Uno de los asesinados, José Luis Cantuña, era un expolicía con un historial delictivo que incluía tráfico de armas y enriquecimiento ilícito. Además, figuraba como presidente de una empresa de exportación de banano y arroz, una actividad que, según las autoridades, podría haber servido como fachada para el narcotráfico.
El crimen organizado en urbanizaciones privadas
Este ataque reaviva el debate sobre cómo las organizaciones criminales han encontrado refugio en zonas residenciales de lujo. Según el experto en seguridad Kléber Carrión, los narcotraficantes buscan este tipo de lugares para garantizar su seguridad y la de sus operaciones.
“Los capos tienen el dinero suficiente para vivir en estas urbanizaciones y pasar desapercibidos”, explicó Carrión a Ecuavisa, añadiendo que los asesinatos y capturas recientes han golpeado más a los mandos medios que a los líderes de las organizaciones criminales.
Este no es el primer ataque en urbanizaciones privadas de Guayas. En Daule y Guayaquil se han registrado múltiples asesinatos, incluyendo el de alias Braulio en 2024, cuando sicarios disfrazados de policías lo ejecutaron en plena parrillada.
Sin detenidos y con el crimen organizado en la mira
Hasta el momento, no hay detenidos por la matanza en Ciudad Celeste, mientras las autoridades continúan investigando el trasfondo del crimen.
¿Las urbanizaciones de lujo seguirán siendo territorio del narcotráfico? La violencia del crimen organizado sigue demostrando que ningún lugar es intocable.
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