La diplomacia de Marco Rubio logró que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aceptara posponer su estrategia militar contra Hamas y reabrir las negociaciones en Egipto para extender la tregua y concretar la liberación de los rehenes secuestrados en Gaza hace 500 días.
Netanyahu y el secretario de Estado de EE.UU. sostuvieron un intenso encuentro en Jerusalén, donde acordaron que Israel retirará progresivamente sus tropas de Gaza y permitirá el retorno de los palestinos desplazados.
El punto más delicado del acuerdo es que, de cumplirse esta retirada, Hamas recuperaría el control de la Franja, algo que Netanyahu se resistía a aceptar.
Trump respalda la ofensiva israelí
Pese a la tregua, el expresidente Donald Trump ha reafirmado su apoyo incondicional a las decisiones de Netanyahu. Sin embargo, Rubio le dejó claro al premier israelí que la prioridad de la Casa Blanca es la liberación de todos los rehenes antes de retomar cualquier acción militar.
En El Cairo, representantes de Egipto, Qatar, Israel y Estados Unidos intentarán definir el futuro del cese al fuego. Mientras tanto, Hamas presiona para que Israel retire completamente sus tropas, mientras que Netanyahu propone una retirada progresiva solo después de la liberación de todos los secuestrados.
Este tira y afloja podría romperse en cualquier momento. Israel ya recibió 84 bombas de 1.000 kilos enviadas por EE.UU., una advertencia directa a Irán, que respalda a Hamas y Hezbollah.
¿Una nueva guerra en Medio Oriente?
Los líderes israelíes aseguran que, una vez que los rehenes sean liberados, su siguiente paso será terminar con Hamas y rediseñar el equilibrio de poder en la región.
Mientras el Pentágono refuerza a Israel, Teherán intensifica su apoyo a sus aliados en la zona. Gaza es solo el primer capítulo de una reconfiguración estratégica que podría cambiar el futuro de Medio Oriente.
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