En un fallo histórico, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó este martes 11 de febrero al Estado de Ecuador, responsabilizándolo por la tortura y posterior muerte de Aníbal Aguas Acosta, ocurrida durante su detención en 1997.
El 1 de marzo de 1997, Aguas fue arrestado por un incidente en un local comercial. Tras resistirse al arresto, fue sometido por varios agentes, pero al llegar a la comisaría, fue hallado inconsciente y con signos de sangrado. Poco después, falleció en el hospital, víctima de trauma cráneo encefálico tras múltiples golpes.
La Corte IDH calificó los actos como tortura, concluyendo que la muerte de Aguas fue causada por el uso abusivo y letal de la fuerza durante su custodia. Además, la Corte ordenó al Estado de Ecuador investigar el caso, identificar a los responsables y sancionarlos, así como hacer un reconocimiento público de su responsabilidad.
Aunque dos agentes fueron condenados a ocho años de prisión, nunca cumplieron la pena, y en 2019 el caso fue prescrito por la Corte Provincial de Justicia del Guayas. Actualmente, la Fiscalía mantiene abierta una investigación por tortura y posible ejecución extrajudicial.
La Corte también subrayó que la muerte de Aguas afectó profundamente a sus hijos, vulnerando sus derechos a la protección familiar y a la niñez. Además, destacó que la falta de acción estatal violó el derecho de acceso a la justicia de Aguas y su familia.
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