Los resultados de las elecciones legislativas de 2025 perfilan una Asamblea Nacional dominada por dos grandes bloques políticos: Acción Democrática Nacional (ADN) y Revolución Ciudadana (RC). Sin embargo, ninguno de los dos alcanzará la mayoría absoluta de 76 escaños, necesaria para garantizar el control total del Legislativo.

Hasta las 07:00 del 10 de febrero, el escrutinio de los votos para asambleístas nacionales y provinciales ha avanzado con más del 70% de actas procesadas. En el exterior, la circunscripción de Europa, Asia y Oceanía también ha superado este umbral, mientras que las otras dos regiones presentan retrasos en el conteo.

Según proyecciones preliminares, ADN, el movimiento liderado por el presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, obtendría 66 curules, mientras que Revolución Ciudadana aseguraría 64. Sin embargo, la composición final del Legislativo solo podrá confirmarse cuando se procesen el 100% de las actas.

Otras fuerzas políticas con representación limitada

Más allá de los dos principales bloques, Pachakutik obtendría ocho escaños en la nueva Asamblea Nacional. El Partido Social Cristiano (PSC), que en años anteriores fue una de las fuerzas más influyentes, apenas lograría cuatro asambleístas, evidenciando su declive político.

Construye, que tuvo protagonismo en elecciones pasadas, alcanzaría solo un escaño, mientras que movimientos locales y alianzas minoritarias sumarían cuatro curules en total.

Por otro lado, los cuatro escaños correspondientes a las circunscripciones de EE.UU.-Canadá y Latinoamérica-Caribe-África aún no pueden ser asignados, ya que el porcentaje de actas procesadas en estas regiones es menor al 70%.

Un Legislativo distinto al de 2023

La composición de esta nueva Asamblea Nacional marca un cambio significativo en comparación con la elegida en 2023, cuando ADN inició como un bloque minoritario y creció gracias a la adhesión de legisladores provenientes de otras bancadas.

Este nuevo escenario político obligará a negociaciones y alianzas estratégicas para la aprobación de leyes y toma de decisiones clave, ya que ninguna fuerza tiene un dominio absoluto del Parlamento.