La violencia no da tregua en Guayaquil. En la madrugada de este domingo 9 de febrero, mientras el país se alista para las elecciones 2025, un brutal ataque dejó a un policía muerto y otro herido en la cooperativa Balerio Estacio, al noroeste de la ciudad.
El crimen ocurrió a la 01h00, cuando seis sicarios emboscaron a los uniformados que custodiaban a un privado de libertad con arresto domiciliario. Sin mediar palabra, los atacantes abrieron fuego, asesinando al cabo segundo Álvaro Intriago, de 30 años, e hiriendo a su compañero. Antes de huir, los criminales se llevaron los chalecos antibalas, las armas de dotación y los celulares de los agentes.
El comandante de la Policía, Víctor Zárate, reaccionó en redes sociales condenando el ataque.
Pero este no fue el único hecho violento contra la fuerza pública en las últimas horas. Horas antes, pasadas las 22h00 del sábado, un grupo armado irrumpió en una vivienda en Bastión Popular, en el norte de Guayaquil, y atacó a otro uniformado. Le robaron un fusil, una pistola, tres celulares y USD 650 en efectivo.
Estos atentados se suman a la ola de violencia que sacude al país y que ha convertido a Guayaquil en un epicentro de ataques contra la Policía.
“Custodiaban a un privado de libertad con arresto domiciliario” ¡Quíjoles! Esos lujos de los “derechos humanos” en el país de Manuelito. Y el Estado paga no solo con dinero del pueblo sino con la vida de policías, padres de familia. ¿Qué dirán los DD.HH.?